¡Hola! Estoy feliz de estar de nuevo contigo para gozar juntas esta nueva aventura dónde viajaremos a un lugar desconocido y nuevo…
¿Te acuerdas que cuando nos conocimos te conté que tengo una varita mágica? Y que con ella podía viajar a mundos lejanos… pues hoy te llevaré a uno de muchos colores.
Para viajar a ese mundo solo necesitarás 1 cosa… hacer tu varita mágica. ¡Es muy sencillo!
¿Cómo se hace? Con un palo de madera de aproximadamente 30 cm, una estrella de fomi del color que más te guste, tres cintas delgadas de colores y silicón frio.
Te explico cómo hacerla:
Tomas el palo y con el silicón le pegas las tres cintas en una punta, después pegas en esa misma punta la estrella y listo… Pero para que sea mágica tienes que inventar tus palabras mágica. Las mías son estas…
¡YUPI KIPI BAM!
Cierra los ojos, repite tus palabras mágicas y siente desde el corazón que esta varita es tuya. Recuerda que tienes que creer en las estrellas y sentir desde tu corazón.
Ahora sí, vamos al mundo de colores donde todo es hermoso ¿Ya te imaginaste cuál es?
¡Vamos al país de los Algodones de azúcar!
Te cuento como es… ahí todo es esponjoso jajaja, las nubes son algodones de varios colores no son solo blancas, hay nubes rosas, amarillas y verdes. Los árboles tienen copas de colores y son de sabores, mi favorito es el rosa porque sabe a fresa. El arco iris siempre está, ya que une el lago con el río, imagínate la belleza. El agua del río sube al arco iris, se vuelve de colores hermosos, atraviesa todo el cielo y cae en una cascada, de donde el agua regresa al lago. ¡Es fantástico!
Y la historia inicia cuando estaba en mi cuarto sentada en mi cama, acababa de despertar y pensé:
— ¡hoy será un gran día! Conoceré nuevos mundos.
Entonces fue a buscar mi varita mágica, cerré los ojos y desde mi corazón dije las palabras mágicas: ¡YUPI KIPI BAM!
Y aparecí en el país de los algodones…
Al principio me sentí feliz, porque me maravilló ver lo hermoso del lugar los colores, los árboles, el agua, el cielo, pero de pronto no veía a nadie… miraba a todos lados y no veía a alguna persona, entonces me puse nerviosa y empecé a decir:
—¡Hola! Soy Valentina pero me encanta que me digan Tini ¿hay alguien aquí? — Y continúe caminando y observando todo lo que había.
Pero nadie respondió… solo escuchaba el ruido de la cascada, de los pájaros y grillos.
Entonces sentí miedo, porque estaba sola y tristeza, porque era un lugar hermoso y no tenía con quien jugar. Pero decidí empezar caminar para ver si encontraba algo o a alguien y seguir disfrutando todo lo que había en este fantástico lugar. Y aquí empezó lo mejor…
Cuando pasé junto al lago encontré un letrero que decía:
Valentina ¡mírate en el agua!
Y sorprendida pensé:
— ¿Ese mensaje es para mí? ¿Cómo sabe el lago mi nombre? — y observaba a mi alrededor y no había nadie.
Entonces hice lo que decía el letrero y me miré en el agua y ¿Saben que vi? A mí misma jajajaja, pero más bonita, sin miedo y mi cara brillaba. Eso me dio tranquilidad y confianza. Entonces decidí seguir caminando y de pronto apareció una mariposa y le dije:
—Hermosa mariposa guíame hacia donde debo de ir…
La mariposa comprendió lo que le dije, porque me empezó a guiar por el camino. Mientras caminaba contemplaba la hermosura de lugar y me volvía a preguntar… ¿será que nadie disfrute de este lugar? No lo puedo creer…
Y de pronto la mariposa se detuvo en la punta más alta de un árbol y cuando miré el tronco, me di cuenta que había algo escrito:
—Vale sube a lo más alto. ¡No lo puedo creer! —expresé
Por un lado sentí la emoción de que era otro mensaje para mí, pero por otro, cuando vi lo alto que estaba el árbol me desanimé. Estaba altísimo y la mariposa ya estaba en la punta.
Decidí pensar y observar detenidamente las posibilidades que tenía y con calma me di cuenta de que cuando tocaba el tronco se volvía un escalón y exclamé:
—¡Qué maravilla! Todo lo que hay en este mundo es de algodón por eso ¡si voy a poder subir! ¡Yupi!
Entonces sentí que yo podía y decidida comencé a subir y subir… la mariposa me veía emocionada de que lo estaba logrando. Por momentos volteaba a ver hacia abajo y me asustaba, pues el árbol era muy alto, pero me decía a mí misma:
—Vale si puedes, ánimo, confía en ti.
Y seguí subiendo y subiendo hasta que llegué a lo más alto y no te imaginas lo que me esperaba…

IMPRIME Y COLOREA
Al estar arriba vi una imagen espectacular de todo el lugar, la mariposa no dejaba de revolotear de emoción, porque lo había logrado y me sentí feliz, porque jamás había estado en un lugar tan alto y menos viendo este mundo tan especial.
En eso escucho una voz:
—¡Hola Tini, Bienvenida! Ya escuche que te encanta que te digan así
De nuevo me siento asustada, sin saber de dónde venía esa voz, volteo por todos lados y no veo a nadie, hasta que de pronto aparece una personita chiquita de orejas y ojos grandes, con un sombrero de colores y una gran sonrisa. Del susto me voy para atrás, pierdo el equilibrio y empiezo a caer entre las ramas…. Y ramas… y ramas y cuando ya esperaba el trancazo ¡pum! Caigo, como si me hubiera caído en mi cama jajaja. Se me olvida que es el mundo de algodones de azúcar jajaja. En ese momento mi amiguito, ya estaba junto a mí. Ni tiempo me dio de responder el saludo.
—¿Tini estás bien? Jajajaja que susto me has dado —me dijo el duendecito
—Si gracias, estoy bien, pensé que me iba a doler el trancazo al caer, pero no fue así. Y solté una carcajada y si, me puedes decir Vale o Tini — la verdad seguía un poco asustada pero le pregunté
—¿Quién eres?
—Soy Moy “El señor de la emociones” es un placer que vengas a visitarnos.
—¡Hola Moy! Ya sabes mi nombre, que gusto conocerte, pensé que nadie vivía aquí — Le contesté y seguí diciendo — Te quiero preguntar algo ¿Cómo sabes mi nombre? —hasta en el lago hay un letrero que dice Valentina…
—Jajajajaja se ríe Moy y responde — Poco a poco te iré revelando la magia de este lugar, porque es un lugar fantástico y de verdad que te va a fascinar cuando sepas todo lo que hay para ti.
Al escucharlo me sentí tranquila y muy feliz de estar ahí, pero te digo algo, me dio mucha curiosidad conocer todos los secretos de ese lugar y saber más de Moy “El señor de las emociones”.
—Vamos sígueme, todavía nos falta mucho por conocer. En el camino te iré contando muchas cosas — me dijo Moy
—¡Claro! Quiero conocer todo este lugar —le respondí y de un salto me levanté y empezamos a caminar. La vista era espectacular…
—Ahora vas a descubrir la fuente de las emociones y ahí te daré un regalo — continuó Moy
—¿De verdad? ¿Para mí? ¡Que emocionante! Este lugar sí que es mágico —Le respondí y seguimos caminando.
Pasamos por montañas donde el olor era impactante a menta y café. Y cuando pasábamos por las flores de colores el aroma era a uva, naranja y piña… Todo era suavecito, de algodón delicioso y muy dulce. Tocaba todo con mi mano y me sorprendía la textura, era muy suavecita.
Mientras caminábamos Moy me empezó a explicar:
—Tini yo siempre he estado a tu lado… porque soy Moy “El señor de la emociones” y tú siempre has sentido emociones, es parte de la vida, solo que a veces no las sabemos identificar ni sabemos cómo usarlas.
—¿En serio? ¿Siempre has estado conmigo? Pero es imposible. Nunca te he visto —le dije y él me siguió diciendo
—yo siempre estoy donde hay emociones, pero nadie me ve, solo los niños que vienen aquí. Y ¿sabes para que vienen? para que yo les dé el Tesoro de las Emociones. Y eso es lo que te voy a regalar.
—Pero todavía no entiendo algunas cosas Moy ¿Cómo sabias que iba a venir? Le pregunte
—Porque cuando cerraste tus ojos y le pediste a tu varita volar, tu corazón me avisó y cuando eso pasa, se prende la estrella verde de sabor limón, la que está junto al arco iris y así nosotros preparamos tu bienvenida y le avisamos a todos los duendes de tu llegada, cuando aparece tu nombre en el arco iris. La mariposa siempre es la encargada de llevar a nuestra invitada al árbol, que es del tamaño de su valentía y tú sí que eres Valiente, porque te subiste al más alto de ¡todo el lugar!, ya veo porque te llamas Valentina jajajaja — terminó diciendo
—¡wow! ¿Mi nombre salió en el arco iris? ¿De verdad soy muy valiente? — pregunté
—Si, Vale salió tu nombre en el arco iris y si eres muy valiente — me respondió Moy
Mientras platicábamos pasamos por una parte donde había que atravesar la cascada, pero había que subir un puente alto lleno de plantas, el puente era de madera con troncos no muy anchos ni muy juntos, de nuevo volví a sentir miedo, pero no dije nada porque Moy ya me había dicho que era muy valiente. Entonces decidí seguir caminando tranquila y controlando lo que sentía, aunque por dentro (te confieso) si tenía mucho miedo de caer. En eso Moy me empezar a explicar cosas que me sorprendieron, como si me hubiera leído la mente.
—Vale sé que sientes temor porque estamos cruzando la cascada, pero recuerda lo valiente que eres y que debes creer en ti, te contaré algunas cosas mientras cruzamos… y continuo diciendo
—¿Sabes, por qué cuando llegaste había un letrero que decía: mírate en el agua? Precisamente para que te reconozcas y veas lo capaz que eres…
Hubieras visto mi cara de susto y sorpresa a la vez… entonces le respondí
—¡Ya entendí todo lo que ha pasado Moy! el lago me mostró que si me reconozco y creo en mi “puedo solucionar lo que me pasa”. El letrero tenía mi nombre, porque el arco iris lo reveló, la mariposa y el árbol me llevaron a conocer mi valentía y ahora tú me enseñas a que, cuando tenga una dificultad, para resolverla, tengo que calmarme, observar y creer en mí y así encontraré la mejor forma de solucionarlo.
—¡Correcto! Gritó Moy, pero lo hizo tan fuerte, que hasta los pájaros se asustaron jajajaja.
—Y continué diciendo mientras seguíamos caminando —¡wow! Cuantas enseñanzas y que divertidas han sido. Ya me imagino lo que falta—
Mientras esta plática ocurría logramos cruzar los miles de metros de este puente, a los lados caían grandísimas cantidades de agua, era un espectáculo mágico, aunque si impresionaba mucho.
Pasando el puente se veía un castillo muy chistoso era redondo, como gordito y alargado… ya sé cómo un algodón de fiesta, solo que el palo era otra escalera. Y al verlo pensé
—¡Más escalones!— y le pregunte a Moy
—¿Dónde está el tesoro de las emociones? ¿Tenemos que subir todas esas escaleras para encontrarlo? — La verdad se lo pregunté un poco molesta. Es que ya estaba agotada de caminar.
—¿Estas cansada Tini? Me preguntó Moy
—Sí y tengo mucha sed —le respondí
—¡Gracias por decirme! No te preocupes ahora mis amigos nos van a ayudar — me comentó
Y enseguida dio un gran chiflido y salieron de todos lados miles de duendes como él y nos trajeron frutas, agua, música y flores para mí.
Entonces me sentí tranquila y maravillada de este mundo, donde podía decir cómo me sentía todo el tiempo y todo se solucionada… pero en eso llega una duendecita hermosa con una falta de tutú de los colores del arco iris y me dice:
—Vale, te entrego el Tesoro de las emociones, estamos seguros que te será de gran utilidad y con él podrás lograr todos tus sueños, solucionar situaciones difíciles y recorren nuevos mundos.
—¡Muchas gracias! — Respondí muy alegre y emocionada, creo estaba colorada de la felicidad.
—Te explicaré como funciona —me dijo Moy y continuó
—Cada vez que sientas una emoción que no te haga feliz como las que aquí ya has identificado (incertidumbre cuando llegaste, miedo para subir el árbol, tristeza porque no veías a nadie, molestia al estar cansada) y no sepas que hacer, vienes y tomas entre tus manos el tesoro de las emociones, lo agitas para que la brillantina suba a toda el agua y observas como va bajando mientras respiras tranquilamente para que tu corazón se vaya calmando. Este tesoro tiene el poder de calmar, pero tú tienes que observar la brillantina, respirar y toca tu corazón. Y verás la magia del tesoro.
El tesoro va a calmar tu tristeza, molestia o enojo, sentirás tranquilidad para que puedas estar bien y con calma les puedas decir a tus papás, o a tus amigas o a tu maestra lo que te pasa y lo que sientes y así, ya más tranquila, seguro se va a resolver.
—¡wow! Qué maravilla, me siento muy feliz de haber venido, pero sobre todo que me estén dando este tesoro tan valioso y útil. Lo cuidaré mucho lo prometo.
En ese momento sentí tal alegría y felicidad que los abracé muy fuerte y les dije
—Gracias por todo de verdad ha sido uno de los mejores días de mi vida.
—Ya estas lista para regresar Tini y lo vas a hacer de una forma Mágica como todo lo que hay aquí —continuo Moy y en eso, empezó a bajar una nube de color rosa y me dijo
—Sube a la nube cuando llegues al arco iris cierra tus ojos y pon tu mano en el corazón y repites tus palabras mágicas y listo aparecerás en tu cuarto.
Entonces me subí a la nube rosa, de olor delicioso a algodón de azúcar sabor fresa, y les dije
—¡Muchas gracias Moy y a todos! Me llevo el Tesoro de las emociones, estoy segura que me va a servir mucho, fui muy feliz en este mundo de colores.
En eso empezó a subir la nube y todos los duendes me decían adiós y yo les mandaba besos y ellos igual. Entonces llegue al arco iris, cerré mis ojos, toque mi corazón y zas…
Cuando abrí los ojos, ya estaba en mi cama sentada, con el tesoro en mis manos, junto con mi varita mágica y un pedazo de algodón de azúcar.
¡wow! Fue una gran aventura llena de cosas maravillosas, nunca olvidaré estos momentos con Moy.
Te comparto todo esto, para que tú igual, tengas tu tesoro de emociones.
Puedes hacerlo con un frasco de plástico, Resistol transparente, brillantina y agua. Y cuando te sientas triste, insegura, molesta o preocupada agitas tu frasco y lo observas, respirando y tocando tu corazón hasta que te sientas tranquila para resolver lo que te pasa con ayuda de tus papás.
Lo que aprendí en esta aventura es que lo que sentimos, siempre es bueno, solo que a veces no sabemos qué hacer con eso, pero poco a poco aprenderemos a manejarlo.
Gracias por compartir esta aventura conmigo y conocer el Mundo de los algodones de azúcar. Me encanta que podamos descubrir nuevos mundo…