PARA DONDE CORRO…

PARA DONDE CORRO…

¿Cuántos sentimientos están atrapados en mí? Un regreso no tan regreso a clases, pues los niños siguen en mi casa. Por mi mente pasan muchas preguntas que generan muchas emociones.

 ¿Y cómo voy a trabajar? ¿Quién se va a sentar con los  niños durante las clases? ¿Y mi espacio personal? ¿A qué hora haré ejercicio? ¿Qué efecto tendrá en ellos estar en la pantalla todo el día? Mi hijo es muy inquieto no se va a quedar sentado en la clase ¿Cómo va aprender a leer y escribir? ¿Tengo que comprar una computadora para cada niño? ¿El internet que tenemos será suficiente? ¿Qué va a aprender este año? Las colegiaturas son las mismas pero ¿El estar en la casa  va a generar más consumo de luz? Y En la tarde ¿tendrán que hacer tarea? ¿Sus actividades serán igual por pantalla? Y mil preguntas más…

PERO ELLOS…

¿Qué sentimientos atrapados tienen los niños?  No van a ver a su maestra nueva, solo por la pantalla, ni a su amiguito… amiguita.

Imagina su pensamiento ¿No voy a jugar?  ¿Y el recreo? Me cansa estar sentada tanto tiempo, hay calor, no entiendo lo que dice la maestra, ¿Me tengo que poner uniforme? ¿Más tarea? Y en la tarde ¿Ya podemos ir a fiestas? ¿Más pantalla? Y así más pensamientos.

Crea espacios para que ellos  expresen cómo se sienten, tal vez encuentres otras preguntas o inquietudes diferentes a las que tú piensas. Este espacio de expresión es grandioso, porque al abrir los niños su corazón y decir  cómo se sienten y que piensan, nos servirá para saber cómo manejar este nuevo inicio. Pero…

 ¿YO ME SIENTO EN PAZ?

Es lo que muchas nos preguntamos… Siguen mis inquietudes ¿Qué límites tengo que poner? Hasta donde ser estrictos con los niños o hasta donde ser permisivos…

Creo que en este momento se vale TODO, se vale no saber, se vale expresarse, se vale llorar, se vale tener miedo, se vale estar molesta, se vale todo… pero un tiempo.

En mi humilde opinión desde donde yo estoy parada y veo las cosas, creo que es necesario darse ese momento de correr (como inicia el artículo) y dejar que todos estos pensamientos y emociones salgan… que no se queden dentro, que no se vuelvan sentimientos y estos afecten nuestro estado de ánimo, generando otras cosas como ansiedad, estrés o depresión. Así es el agua de un rio siempre para adelante y con fuerza, no se detiene, logra seguir su cauce a pesar de las piedras y al llegar a su fin, entonces se relaja porque ha logrado su propósito de vida.

Pero, ¿A qué me refiero con correr? a estar a solas y escucharnos, que nuestro corazón libere lo que tenga dentro y una vez fuera, lo que entre, sea la paz.

ESCRIBE Y MEDITA

Creo que el recurso más valioso ante algo que no podemos cambiar y que hay que aceptar es escribir, como dice un dicho “el papel lo aguanta todo” y es momento de tener esta intimidad y cercanía amorosa y respetuosa con nosotras mismas para atendernos.

Y otra forma es meditar, está comprobado que la meditación tiene efectos sanadores en la mente, en el cuerpo y en el espíritu. En Internet hay mucha información sobre sus beneficios, música que ayuda a conectarnos con nosotros mismos, meditaciones guiadas, aplicaciones especiales, en fin, es un recurso gratis y enormemente beneficioso, porque te conecta con tu espíritu y con Dios.

ERES EL PILAR DE LA CASA

La prmera persona de la casa que tiene que sentirse bien es la mamá… pues es el pilar del hogar. Si nosotras estamos en paz y armonía será más fácil contagiarla. Si los niños ven que todo va a estar bien, ellos se sentirán seguros.

La pandemia nos tomó por sorpresa y nos ha hecho descubrir que somos vulnerables y que no estamos preparados para la incertidumbre, pero nuestros niños serán expertos en esto, este tiempo reforzará la paciencia, tolerancia, creatividad, empatía y muchas cosas más.

Pero tenemos que elegir estos aprendizajes con nuestra voluntad y actitud…

Así como se ejercita un músculo, así debemos esforzarnos por observarnos y cuidar lo que sentimos e identificarlo para poder canalizarlo y que no nos gane la emoción.

Queremos… no tenemos (cambiemos el verbo y cambia el mensaje) queremos sacar adelante a los niños de la mejor forma y dando lo mejor, pero cuidándonos…

Una palabra importante que debe resonar es CONFIANZA EN MI, creo en Mí, porque la confianza es una fuerza vital que a veces se nos olvida que nacemos con ella. Gracias a la confianza  aprendemos a caminar, a hablar, a relacionarnos  desde bebés. Con el tempo y por muchas razones perdemos la confianza en nosotras mismas y esto, lo que ocasiona es que sintamos que no podemos y  se vuelve una creencia.

Si confiamos en nosotras mismas, los niños van a aprender a confiar en ellos mismos y desarrollarán todas las habilidades que necesitan para esta nueva vida.

Conecta con tu propósito de vida, con tu deseo más sublime, con tu motor… y que tu corazón te guíe para que estés en paz y armonía. El ser humano fue creado con todas las herramientas para sobrevivir y adaptarse a los cambios del mundo, por eso hoy estamos aquí… así que si podemos, no solo sobrevivir sino generar nuevas y mejores maneras de hacer las cosas, porque está en nuestra naturaleza. Pero la palabra clave es creo en mí, cree en ti, en la mamá que trabaja, que se cansa, que se le acaba la paciencia, que tiene miedo, pero que tiene un corazón grande que late fuerte y un espíritu que la sostiene y le ilumina  el camino.

BUEN VIAJE

Como cualquier cosa en la vida que se quiere alcanzar, se necesita un plan, una estrategia, los tiempos y condiciones para que se logre el objetivo. Arma tu equipo familiar, que todos se sientan parte, aunque los niños estén chiquitos, pueden entender y tener sus responsabilidades  y tú no te separes de ti. Eres la capitana del barco y este barco como en la antigüedad tal vez su viaje será largo, no habrá motor solo velas y aire; este a veces estará fuerte otras no, y en momentos vendrán tormentas y en otros mucha calma, pero te aseguro que será fascinante, si todos los tripulantes saben su función. Estoy segura que tus niños serán los futuros adultos generadores de cambios importantes en la sociedad, pues van a haber viajado por mares muy distintos, con climas muy variados, pero seguros de sí mismos, porque habrán llegado a la tierra prometida.

Te acompaño en este viaje desde mi barca y con mi corazón.

XiOMARA SOSA V.

admin

2 comentarios

Veronica Lopez Publicado el9:53 PM - 29 agosto 2020

Excelente mensaje. Gracias se agradecen lecturas tan sanadoras como esta.

    admin Publicado el7:02 PM - 9 septiembre 2020

    Gracias a ti por leernos y comentar … nos enriquece

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