CON OLOR A CHISPAS DE CHOCOLATE

¡Hola! De nuevo, te prometí muchas aventuras y hoy te voy a contar una, que igual puede ser tuya… para eso necesitarás lápiz y donde escribir, pues hay algo especial para ti.
Todo comenzó un sábado por la mañana, al despertar me estiré, bostecé y me sentí feliz de poder disfrutar un nuevo día, me puse las pantuflas y caminé directo a la ventana para abrir las cortinas y disfrutar la vista tan hermosa del jardín.
Mientras observaba por el balcón, vi a Don Fermín regando las flores. Y de pronto algo llamó mi atención del otro lado del cuarto.
Sentí un aroma delicioso —¡mmm, que rico huele!! —exclamé.
Entonces, mi carita se transformó, se abrieron mis ojos, se elevó mi nariz y sentí en el corazón una gran alegría, porque he reconocido de que se trata…. Seguro tu igual ya te lo estás imaginando.
Salí de mi cuarto a toda velocidad, cuando empecé a bajar por la escalera (sin pensar si quiera en agarrarme para no caer) Chato me atrapa, metiéndose entre mis piernas, moviendo la cola, estaba feliz de verme.
Él también estaba disfrutando de ese aroma que venía de la cocina. Entonces me detuve:
—¡buen día Chato! —le dije y continué acariciándolo —te veo feliz, estás eléctrico jajajaja, creo que ya sé por qué, tu igual ya sentiste el delicioso aroma que sale de la cocina ¿verdad?
Chato saltaba y movía emocionado la cola. Lo abracé y seguí bajando las escaleras, guiada por ese aroma único, que me hacía sonreír. En eso, camino a la cocina escucho voces, son mis papás, que ya habían bajado y estaban listos para desayunar.
—¡Hola papá! ¡Hola mamá! ¡buenos días! —saludé.
Y a cada uno le di un gran abrazo y un rico beso. Ellos me contestaron:
—¡Hola Vale! —Dijo primero mi papá;
—¡Buenos días mi princesa! —saludó mi mamá —¿A dónde vas, con tanta prisa que ni la pijama te has quitado? —continuó.
—¡mamita! ¿no sientes un olor maravilloso que sale de la cocina? — le respondí.
Y mi mamá puso cara de sorpresa, y me dijo — ¡Vale ya nos cachaste! —continuó— Te queríamos dar una sorpresa.
Entonces se empezaron carcajear, pues saben que soy muy lista (como tú) y que no se me pasa nada.
—si mamá, ya se que hay en la cocina y ¡voy para ahí! —le contesté y seguí corriendo.
Entré a la cocina atrapada por aquel olor y Doña Lucy estaba de espaldas, haciendo los huevitos para el desayuno.
Se voltea y me dice —¡Princesa! ¿bajaste a desayunar y no te quitaste la pijama? —y continúo mirándome —¿Qué te trajo a la cocina tan a prisa? —su mirada pícara me sigue.
— Me trajo ese olor que me hipnotiza —le respondí.
Pero yo, seguí buscando el origen de aquel olor y no lo encontraba, observé la estufa y no había nada, en la barra, solo había pan.
Entonces pensé —¡tengo que seguir el olor, que me trajo aquí!
Cerré mis ojos y lo empecé a perseguir. Te imaginarás la cara de Doña Lucy viéndome. Estaba muerta de risa, pues sabía dónde estaba, lo que yo quería encontrar y decidió no decirme nada y que siguiera mi olfato.
Entonces empecé a dar pasitos pequeños y con cuidado, ayudándome de mis manos y sintiendo el aroma hasta que poco a poco fue más fuerte… y más fuerte y más…. Y de pronto, ya en la alacena (que estaba abierta), sentí ese olor maravilloso. Abrí mis ojitos y encontré una canasta color café con mi sorpresa. Eran las galletas de Chispas de Chocolate. Como me encanta comerlas y regalarlas, Doña Lucy siempre hace una charola y la segunda la hace conmigo.
La tomé, la abracé y exclamé de alegría —¡Doña Lucy hoy es el gran día! ¡haremos deliciosas galletas de chispas de chocolate!
Ella me miró con ojos de dulzura y me dijo —¡Si Tini, era la sorpresa que tu mamá te iba a dar, pero veo que ya nos descubriste! —continuó— ¡Hoy haremos galletas de Chispas de chocolate! ¡sube a cambiarte y trae tu mandil! Debes desayunar primero y luego las hacemos; así que apúrate.
Te imaginarás lo feliz que estaba, amo las chispas de chocolate y más hacer galletas con toda mi familia, esta es una tradición que viene de mis abuelos. Las galletas las hacemos todos.
IMPRIME Y COLOREA
Subí corriendo de nuevo, iba Chato junto a mí, entré a al cuarto, me puse un vestido hermoso y tomé mi mandil, porque no quiero mancharlo, me hice una cola como pude y de nuevo corrí de prisa al comedor, para desayunar con mis papás.
Cuando entré vi sus caras de alegría, pues escucharon que descubrí la sorpresa de las Chispas de Chocolate.
En seguida me dijo mi mamá —¡Tini hoy es el día! Así que, desayunamos un rico huevito, leche y pan; para luego, empezar la preparación de las galletas.
Y mi papá que nos observaba comentó —¡Me encanta verte tan feliz!
—¡Gracias por esta hermosa sorpresa! —respondí —¡A desayunar!.
La mesa estaba servida, ya tenía el huevito, pan, y mi lechita. Todos nos dispusimos a comer y platicábamos sobre quién haría la mejor galleta. Pero, debajo de la mesa, Chato no dejaba de correr y juguetear, entre nuestras piernas, creo que ya quería cocinar, jijiji.
Terminamos el desayuno y mi mamá nos dice —¡Ahora sí, vamos a lavarnos los dientes, las manos y nos ponemos los mandiles! ¡nos vemos en la cocina, Doña Lucy nos espera!
Entonces cada quién hizo lo que mamá dijo y nos fuimos a la cocina. Ahí ya estaba todo puesto, nos volteamos a ver y todos emocionados nos empezamos a carcajear.
Ahora sí, aquí es donde debes empezar a escribir, te diré los ingredientes:
1 huevo.
125 g de mantequilla.
1 taza de azúcar mascabado.
1½ tazas de harina leudante (se prepara usando 1¼ de cucharadita de polvo para hornear y 1 pizca de sal por cada taza de harina regular).
1 pizca de sal.
1 taza de chispas de chocolate
—Les recordaré la receta —dijo mi mamá.
—Qué bueno amor, para que no se nos olvide nada, como la última vez. —respondió mi papá con una carcajada.
—Empecemos —dijo mi mamá.
- Primero pre calentar el horno a 180°C.
- Batir el huevo y el azúcar juntos, hasta lograr una consistencia espumosa y espesa, derretir la mantequilla y ponerla en la mezcla del huevo.
- Agregó la harina, sal y chispas de chocolate y mezclar muy bien todos los ingredientes.
Una vez listo esto, cada quién hizo una parte, Doña Lucy colocó papel encerado en las charolas para empezar a poner la mezcla.
Te diré que mi papá que es un travieso, me tiró harina en mi nariz, nos reímos mucho.
Luego mi mamá dijo —Cada quién va a tener su charola —y continuó— les recuerdo el reto de las galletas —siguió diciendo—las que queden más redondas ganan.
Estaba emocionada porque era mi parte favorita, amasar con mis manos y acomodar la mezcla en las charolas.
Entonces pensé —¿cómo lo haré? —seguí pensando—quiero lograr que me queden redonditas. —¡Ya sé! —exclame en voz alta.
—¿Ya sabes qué? —dijo mi mamá.
Y riéndome le respondí —es un secreto—y seguí riéndome.
Entonces empecé a hacer bolitas con mis manos, cuidando que queden muy redonditas y chicas para que cuando se extiendan no choquen entre ellas. Y mientras cada quien iba haciendo sus bolitas, Chato se comía lo que cayera en el piso.
Mi papá no es muy delicado, así que sus bolitas no se veían tan redonditas; mi mamá si las hacía hermosas; Doña Lucy era la mejor; las mías igual estaban quedando bonitas. Pasaba el tiempo y el horno, ya se estaba calentando, nosotros mientras, platicábamos, nos reíamos y mi mamá contaba lo que pasaba cuando era niña y mis abuelos la ayudaban a hacerlas.
Listo, las tres charolas ya estaban completas, Doña Lucy me ayudó, así que seguro ganábamos —jajajaja —me reí
Último paso se meten las charolas al horno 10 minutos. Y luego a esperar que se enfríen.
Mientras eso sucedía lavamos entre todos lo que se usó, limpiamos la cocina y contamos los segundos para sacar las charolas. Cuando sonó el reloj mi cara lo decía todo. Mi papá por ser el más fuerte saco las charolas y entonces hubo un gran silencio. El olor que tanto amaba tenía una mezcla armoniosa de todos los ingredientes. Chato no dejaba de mover la cola. Las miradas se cruzaron.
—Mamá, mamá ¿Quién ganó? —pregunté muy emocionada.
—y con gran sonrisa me respondió —tu Princesa.
Y con esta alegría todos salimos a la terraza a tomar el té, con nuestras deliciosas galletas y disfrutando el olor, el sabor, pero más la compañía.
Ya tienes la receta, invita a tus papás y hermanos a hacerla y a pasar un momento super divertido, amarás el olor a chispas de chocolate.
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