UN REGALO PARA TI

Una tarde cuando empezaba la primavera, salí a jugar al jardín con Chato… ¿lo recuerdas? Es mi perro travieso. Ese día estaba emocionada y feliz porque sabía que podía encontrar nuevas flores en el jardín, así como pájaros, ardillas y mariposas. Y así sucedió, empezamos a caminar observando todo lo que nos rodeaba. El cielo estaba hermoso, pintado de muchos colores y, en eso, cuando estábamos viendo el cielo apareció una hermosa mariposa amarilla que revoloteaba a nuestro alrededor.

—Mira Chato, que bella mariposa. Te dije que íbamos a ver muchas cosas lindas esta tarde.

Chato movía la cola feliz y corría detrás de la mariposa.

—¡Chato, no la asustes! — le decía, porque estaba muy acelerado.

De repente, la mariposa se detuvo en el tronco de un árbol muy grueso.

Me acerque para verla y admirar sus colores. Pero no vas a creer lo que paso…

—Tini tengo un regalo para ti.

Cuando escuché esa voz me sorprendí, no sabía de dónde había salido y me puse a buscar quien dijo eso.

—¿Quién me llamó Tini? — dije en voz alta.

Asombrada, miré por todos lados y solo estaba Chato conmigo y solo ladra, así que no pudo ser él y, por más que agrandé mis ojos para ver mejor, no encontraron a nadie.

—¡Tini, mírame! Soy yo, la mariposa.

Te imaginarás mi cara de sorpresa

—Hola mariposa, que hermosa eres, pero… ¿cómo sabes mi nombre?

No sabía que hablaban las mariposas en este país. Yo tuve una amiga mariposa, pero en el país de los algodones de azúcar[XS1] .

—Pues si prestas atención siempre puedes hablar con las mariposas, amamos a los niños. Por eso tengo un regalo para ti.

—¿De verdad? — pregunté sorprendida — me encantan los regalos y las sorpresas. ¡Anda! Dime donde está.

—Es un regalo muy especial. Observa debajo de las plantas verdes que están junto a las rosas de tu mamá y encontrarás una botellita llena de bolitas de colores — Me explicó la mariposa

Rápidamente, le dije a Chato:

—¡Ayúdame a buscar la botellita, Chato! Es un regalo para mi.

Corrimos hacia donde están las rosas de mi mamá y, entre las hojas verdes junto a la tierra, vimos una botellita como lo había dicho la mariposa, pero lo más sorprendente es lo que decía la botella:

POLVOS MÁGICOS

Y junto a ellos había una carta para mí que decía:  

Querida Tini, hoy tus amigos de este jardín te regalamos lo más valioso que tenemos. Son estos polvos mágicos, que te pueden servir para muchos momentos de tu vida…  Te lo explicará la mariposa.

Con amor, tu Jardín.

Seguro al leer esto tienes la misma cara de sorprendida que tenía yo, pero así fue…

En ese momento tome los polvos mágicos. Sonreí, y empecé a buscar a la mariposa para que me dijera como podía usarlos.

—Aquí estoy Tini, lista para decirte como los puedes usar. Estos polvos son mágicos, solo tomas unas bolitas y tu corazón recibirá lo que necesita. Te explico un poco más; los puedes usar para los momentos en los que te sientes triste, te calmarán para entender lo que te pasa y encontraras la ALEGRÍA que necesitas. Para los momentos que tengas miedo, te darán VALENTÍA. Para los momentos de enojo, te calmarán el corazón y quedarás en TRANQUILIDAD. Y por último para los momentos que DESEES algo con todo el corazón, te darán PACIENCIA para esperar que pase lo mejor.

No podía creer lo que estaba escuchando porque es el Mejor regalo que me podían dar.

Amo la Magia del corazón y sé que con estos Polvos Mágicos puedo ser muy feliz siempre.  

Tu… ¿quieres unos?

i UN DÍA GENIAL !

¡HOLA! Ya estoy de regreso por aquí y  con gran alegría, para contarte una nueva aventura llena de olores, sabores, colores y mucha diversión. Eso si es una pasaron cosas inesperadas, ya verás.

Todo inició así…

Era sábado y mis papás me habían dicho que iríamos a montar caballo por el bosque, este día lo estaba esperando con mucha ilusión…

Ese sábado me levanté muy temprano, emocionada y feliz, me puse las pantuflas y  me dirigí al cuarto de mis papás para despertarlos…

— ¡Papá, mamá! Despierten llegó el día.

Y cuál es la sorpresa que no estaban en su cuarto. Y pensé — Seguro están desayunando en el comedor.

Bajé la escalera brincando y cantando, entré al comedor, y vi lo mismo que en el cuarto; no estaban mis papás. Te podrás imaginar el susto que me llevé; pase de la alegría a la preocupación pues no los veía. Me dirigí ahora a la cocina, Doña Lucy estaba sentada cortando unos plátanos, cantando como siempre. Entonces le pregunté:

— Doña Lucy, buenos días ¿Y mis papás dónde están? — Tenía una mezcla de emociones entre preocupación y curiosidad.

— ¡Hola Tini, buenos días! — Respondió y continuo — Me pidieron que te avisara que tuvieron que salir, por un pendiente de trabajo que surgió de improviso— Doña Lucy con una sonrisa como es ella siempre.

Yo sentí algo en mi corazón, porque llevaba días esperando este momento. Entonces no comprendía que pudiera ser más importante para mis papás que yo, y mis ojos se llenaron de lágrimas. Al verme Doña Lucy me abrazó con todo cariño…

—Tini, mi Princesa no llores, no estés triste, seguro era algo muy importante y te lo explicarán cuando regresen. Para ellos tú eres prioridad, pero seguro era una emergencia que no podía espera — Entonces, la abracé muy fuerte y más lágrimas me salieron, pero mi corazón entendió que todo iba a estar bien.

Me tranquilicé y me senté enfrente de unos ricos hot cakes con chispas de chocolate que olían maravilloso y tenían nutella encima. Además había lechita caliente con más chocolate jajajaja, ¡Me encanta el chocolate! Eso ya lo sabes ¿Verdad?

Terminando el desayuno ya más tranquila le dije a Doña Lucy que me iba a cambiar la ropa para salir al jardín  a jugar. Entonces subí me puse mi ropa de expedición, porque mientras comía mis ricos hot cakes se me ocurrió una brillante idea, ¡Ir de aventura!

Me puse un overol de mezclilla, tenis con una cinta rosa, una blusa blanca y mi sombrero favorito. Baje de nuevo, y salí al jardín, contemple el hermoso lago y las flores hermosas de mi mamá y me dije a mi misma ¡Este día será genial!

Empecé a caminar por los jardines y me alejé un poco y pensé… voy a investigar qué tipos de animales viven en este bosque y trataré de que se vuelvan mis amigos… No tenía idea de lo que iba a pasar.

Observaba todo lo hermoso que es este bosque, y te lo voy  a contar…

Hay árboles gigantes, flores de diferentes colores y tamaños, grillos, mariposas, pájaros que entonaban diferentes cantos. Pero, ¿sabes de que me di cuenta? que las hojas de los árboles son diferente, ya que cada una es única, aún si son del mismo árbol; son diferentes en el color y la forma. Es maravilloso ver que todo en el bosque es especial y único, como nosotros las niñas. Me imagino que lo sabes, tú igual ¡Eres única en el mundo!

Pero, te sigo contando, estaba feliz viendo todo, tocando todo, pero eso sí, no me aparecían letreros, ni duendes, ni nada como en el País de los Algodones, ¿Te acuerdas de esa aventura?.

En eso, vi pasar una ardilla y dije

—Esa es la ardilla que persiguió Chato y por su culpa se destruyó el huerto de mi mama, iré detrás de ella, hasta ver donde vive.

Entonces, sin pensarlo arranque a correr y a correr y a correr, hasta que se metió a una cueva y yo la seguí. ¡Oh, Sorpresa! no sabes a donde me llevó.

Imagínate una cueva, un poco obscura, pero al fondo se veía algo, una sombra que no entendía que era, solo veía que se movía. La verdad al principio me asusté, sentí mucho miedo, olía un poco mal jajaja.

Pero quería saber que era esa sombra y empecé a decir:

—¡Hola, soy Tini! y tu ¿Quién eres? — nadie respondió, pero escuche una risita jijiji, algo así.

En ese momento decidí que iba a ser valiente como me enseñó la mariposa en el País de los Algodones y decidí acercarme más. Y sentado observándome encontré a un hurón, pero era uno hermoso, se me quedó mirando y yo igual, te confieso que dentro de mí pasaban miles de pensamientos ¿Será que me va a morder? ¿Se estaba riendo? ¿Será, que quiera ser mi amigo? ¿Y la ardilla? ¿Se la comió? Pero nada de todo eso me detuvo, me acerqué y le dije:

—¡Qué lindo estás! Cómo me encantaría que hablaras…

—¡Hola Tini! Ya quería conocerte — me respondió

Te podrás imaginar mi cara de asombro, susto, impacto, todo al mismo tiempo y respondí:

—¡Wow, en serio hablas! ¡Qué increíble sorpresa! Me imagino que aquí vives, y sí que está obscuro y huele un poco mal — y nos carcajeamos los dos.

—Sí, nosotros los hurones no vemos muy bien, tenemos poco alcance con la vista a diferencia de otros amigos (se refería a animales jeje) pero tenemos un gran olfato y oído, por eso supe que eras tú, Pepe la ardilla ya me había contado de ti y todo lo que ocasionó en tu jardín, — y nuevamente nos carcajeamos — y siguió diciendo  disculpa el olor jeje, no he limpiado mucho por aquí.

—No te preocupes, es un honor conocer tu casa y que me recibas así — le respondí y me siguió diciendo — ¿Te gustaría conocer a mis amigos?

—Sí, claro me encantaría. ¡Vamos! — Le respondí muy emocionada.

—Pues tapate la nariz y sígueme — me dijo el hurón, no entendía  porque, ya luego supe la razón.

Entonces nos lanzamos por un hueco que se hizo profundo que daba vueltas y luego subía y luego giraba y luego bajaba, yo entre risas y carcajadas me sentí en un tobogán jajajaja, en eso salimos volando y caí encima de unas hojas, ramas, y quien sabe que más… eso si ya no olía tan mal pues estábamos al aire libre.

—¡Qué divertido es esto! —exclamé y me quedé pensado… ¡no le he preguntado su nombre! ¡Qué barbaridad!

—¿Estás bien Tini? — me pregunto el hurón.

—Si, si — respondí enseguida y continué diciendo — Pero no se tu nombre ¿Cuáles es?

—Y enseguida respondió — Me llamo Molly

Tenías que ver mi cara de sorpresa al descubrir que era  hembra. Entonces grité de emoción…

—¡Eres una niña como yo!

—Jajajajaja  soy una hembra pero si soy como tú — me dijo y nos abrazamos. Se me había olvidado su mal olor, jajajaja.

Después de esta maravillosa noticia nos pusimos a jugar, correr, subir y bajar por todos lados y comprendí lo que siempre había escuchado de los hurones que son divertidos, curiosos y juguetones.

—¡Achu! Estornudó Molly y luego otra vez — ¡Achú! Jajajaja se reía. — Perdón — me dijo es que las flores a veces me hacen estornudar.

Y en eso salen por todos lados muchos hurones y empiezan a rodear mis piernas y a meterse por todos lados y yo no sabia qué hacer. Solo te puedo decir que eran hermosos.

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Entonces Molly me dice

—Tini mira son mis amigos, están felices de conocerte, sabían que había una niña hermosa que vivía por aquí.

—Molly son hermosos tus amigos, muy divertidos. —le respondí.

En eso, llegó corriendo Pepe y le dijo algo a Molly que obvio no entendí, pero enseguida  me explicó…

—Tini dice Pepe que Doña Lucy y Don Fermín te están buscando  y no saben donde estás. Creo que ya están preocupados — Me explicó Molly.

—¡Es verdad! No les avisé a dónde iba. Y Continué diciendo — Molly ¿Cuál es el camino más rápido para llegar a mi Palacio?.

—Ven sígueme — me respondió Molly. Y corrimos por muchos lugares que jamás había visto y en un dos por tres, llegamos al palacio junto al lago y ahí estaban Don Fermín y Doña Lucy llamándome.

Me abrazaron muy fuerte, creo que se asustaron de no verme y  por eso les dije…

—Les tengo que contar la mejor aventura que he tenido, conocía a nuevos amigos que son muy curiosos, divertidos pero huelen un poco mal jajajaja — y continué diciendo

—Mi nueva amiga se llama Molly y es un hurón pero lo mejor es que …

Y ya no pude decir más (quería ver las caras de ellos dos, cuando supieran que Molly habla) porque llegaron mis papás corriendo para abrazarme y explicarme todo lo que les paso esa mañana y la razón por la que no pudieron estar conmigo como me habían prometido.

Pero yo les dije:

—Papá y mamá no se preocupen ni estén tristes, hoy ha sido un Día Genial, conocí nuevos amigos en el bosque y aprendí a disfrutar todo lo que me rodea, seguro habrá otra oportunidad para pasear con ustedes, ¡Estoy feliz porque ya están aquí!

Y después de un gran abrazo, mi mamá me mandó a bañar, me dijo que olía mal jaja … y así terminó la aventura de ese día, bueno pasó una cosa más….

Al subir a mi cuarto para dormir adivina ¿Quién estaba en el barandal de mi balcón?

LLEGÓ LA NAVIDAD A MI PALACIO

¡Hola! Estoy llena de emoción de todo lo que tengo que contarte a cerca de la Navidad en mi palacio. Es la época más feliz de mi vida, por muchas razones que te iré contando. Te confieso que estoy muy emocionada de compartir contigo esta Navidad.

Primero te voy a describir como está todo el ambiente para que te lo imagines y vivas conmigo todo lo que va a pasar.

Doña Lucy y Don Fermín son los encargados de colocar todos los adornos del jardín, ¡claro! Yo siempre los ayudo, Lo que más me gusta de esta época es ver todo el palacio lleno de foquitos, es una sensación hermosa en las noches. Hasta ahora, no ha empezado a nevar, pero si hay mucho frío y viento, el agua del lago esta muuuy fría y cuando caen las nevadas el lago se congela y podemos patinar. ¡Es increíble! Todo ha cambiado de color en la naturaleza, pero los tonos de ahora son hermosos.  Espero que ya tengas una idea de cómo está el entorno porque ahora te contaré como inició el día tan esperado.

Me levanté temprano me puse mi overol favorito que  tú ya conoces y un delicioso sweater, salí corriendo como siempre jajaja, para bajar a desayunar. En la cocina ya estaba listo el desayuno y mis papás ya estaban acomodando todo en la mesa para que empecemos a comer. Mi mamá sabía el porqué estaba tan lista y animada ese día.

— ¡Tini que feliz te ves hoy! — me comentó mi mamá mientras tomaba su rico café.

— ¡Claro mamá! Estoy emocionada porque vamos a poner los adornos de navidad en todo el jardín. Te prometo que va a quedar hermoso y después te ayudo a poner el arbolito con papá. — Comenté

— Yo feliz de ayudar y poner la estrella — respondió mi papá. Y entre carcajadas le dije

— No solo la estrella vas a poner papá, te tocan también los focos — le contesté y reímos a carcajadas. Es lo más complicado de hacer.

Terminé de desayunar y fui al jardín, ahí ya estaban Doña Lucy y Don Fermín con los millones de focos y adornos que ponemos.

— Ya estoy lista, ¿me puedo subir a la escalera a poner los focos del techo? —pregunté. Seguro sabes la respuesta que los dos me dieron.

— ¡Claro que no Tini! — respondieron al mismo tiempo y siguió diciendo Doña Lucy —tú vas a escoger el lugar donde vamos a poner los muñecos y adornos del jardín y el lago.

Ni modo, pensé,  al menos este año ya me dejaron ayudar más…

Chato corría entre nosotros por todos lados emocionado por lo que estábamos haciendo, solo había que estar vigilando que no enrede los foquitos. Doña Lucy y yo nos encargamos de acomodar el gran muñeco de nieve, obviamente lo pusimos en frente de mi ventana para que todas las mañanas lo viera desde mi cuarto.

Junto al lago acomodamos unas esferas enormes y el árbol para que ilumine el lago cuando se prenda en la noche. Mientras, Don Fermín ponía en todo el techo muchos focos y guirnaldas. De verdad se ve hermoso todo lo que ponemos.

Después de hacer todo esto, me fui volada junto con Chato a ver cómo iba mi mamá en la preparación del árbol.  Ya estaba casi listo y eso sí, mi papá muy obediente, estaba en la escalera poniendo focos y la estrella jajaja.

A mí me toca poner los adornos y eso me encanta, porque divido las esferas por colores y las voy acomodando y ¡claro! ahora sí, me tengo que subir a la escalera jajaja que nunca me dejan pues ya tengo ¡¡7 años!!

Chato es un travieso y se mete debajo del árbol y quiere agarrar todo, solo quiere jugar,  pero se tranquiliza cuando mi mamá le dice con voz fuerte

— Chato si no te calmas te vas al cuarto de Vale.

Como ya sabe que si se lo cumplimos, se quedó muy quieto debajo de la escalera jajaja.

Cuando ya está todo listo, mi papá es el que conecta las luces de afuera, mi mamá las del árbol, Don Fermín las luces de los adornos del lago y Doña Lucy las luces del frente de la casa ¿y yo? Pues a mí me toca las velas. Todo es  al mismo tiempo para que sintamos como hasta nuestro corazón se ilumina.

Entonces acabando de poner todo, nos vamos a bañar, para que en el anochecer hagamos la ceremonia de prender la Navidad.

Y Mientras me duchaba se me ocurrió hacer una travesurita y les voy a contar que paso.

Baje a buscar una caja de regalo grande que mi mamá había comprado y que sabía que todavía no tenía nada adentro y pensé

— Vamos a ver la cara de mis papás cuando les diga que les tengo un regalo…

Entonces me puse a escribir todo lo que me gustaría regalarles esta Navidad. Tomé mis plumones, hojas de colores y empecé a poner palabras como amor, salud, paz, cariño, alegrías, trabajo, portarme bien, obedecer, tener ordenado mi cuarto, ayudar, respetar y dar besos y abrazos, Eso sí, sería un compromiso con ellos de hacer todo esto.

Después de escribir tanto me cansé jajajaja  y los metí a la caja. Pero se me ocurrió darles una sorpresa de verdad. Entonces fui por mis calcetines y en cada uno iba metiendo un papelito de los que escribí y los enrollaba… jajaja mis papás iban a pensar que les regalaba mis calcetines cuando abrieran la caja, Moría por ver sus caras. Me alisté rápido para estar a la hora acordada.

Y así lo hicimos, a las 6:50 pm. cada quien estaba en su lugar para prender lo que le tocaba, todos estábamos vestiditos, bañaditos y emocionados. Baje y deje la caja junto al árbol sin que nadie se dé cuenta… Bueno Chato si me vio jajaja.

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Y contamos 10,9,8,7,6,5,4,3,2,1 ¡yei! TODO SE PRENDIÓ ¡Y LLEGÓ LA NAVIDAD!

Nos encanta esta época del año,  porque nos sentimos felices y más unidos.

Pero falta mi sorpresa… así que llame a todos a que vinieran a la sala, porque les  tenía un regalo. Nadie se lo imaginaba, porque no les había pedido comprar nada. Así que todos estaban sorprendidos.

Ya en la sala les dije que había preparado una sorpresa para todos, pero que mi papá los iba a repartir, Entonces le di la caja rosa enorme.

 Es increíble ver la cara de todos, porque no se imaginaban lo que había, Solo noté a Don Fermín como nervioso, yo creo que sospechaba que era una broma.

En eso, abre mi papa la caja y la ve llena de calcetines y suelta la carcajada

— jajajaja Tini nos vas a regalar tus calcetines, sí que eres ocurrente jajajaja, espero al menos estén limpios jajaja — se ríen todos

Entonces le dije — hay una sorpresa para todos, pero la tienen que encontrar — y se puso a repartir calcetines. Y les dije

— Cuando cuente 3 abren los calcetines y ven que hay adentro.  A la una, dos y tres— conté.

Y la cara de todos sorprendidos, intrigados y nerviosos jajaja

Pero todo cambió cuando lo abren y leen lo que escribí. Entonces les dije

— Es mi regalo de Navidad, son mis mejores deseos para cada uno y mis compromisos para ser una mejor niña. Se los doy con todo mi corazón. Y se me ocurre la idea de ponerlos en el árbol para que los veamos y recordemos que este tiempo, es para que vivamos todos estos buenos deseos.

— ¡Tini que hermoso regalo! Me alegra el corazón saber tus buenos deseos y tus ganas de ser mejor — Contestó mi mamá

— ¡Tini! ven te abrazo mi niña, eres tú la luz de esta casa, que nos mueve a ser cada día mejores. Te amamos mucho — me dijo mi papá y me dio un gran abrazo.

En este momento ya tenía lágrimas en los ojos, porque no imagine que un detalle un poco chistoso y a la vez sencillo, pero hecho con todo mi corazón, los pusiera tan felices.

En eso Doña Lucy intervino y dijo con su carácter siempre jocoso

— Ahora si mi Vale, me vas a ayudar más en la cocina y haremos muchas galletas eh! Jajajaja — nos reímos y terminó diciendo — Eres maravillosa princesa.

Entonces tomó la palabra Don Fermín con su dulzura y paciencia de siempre.

— Mi Valentini preciosa, gracias por regalarnos tan hermosos deseos, sabes que disfruto de tu ayuda y tus travesuras, espero vivir nuevas aventuras a tu lado.

Y mi corazón retumbaba como un tambor de alegría.

Entonces mi papá dijo

— Vamos a cenar todos juntos, vamos a la terraza para poder contemplar todo lo que adornaron afuera y disfrutemos ser una hermosa familia. Doña Lucy y Don Fermín por favor cenen con nosotros,

Y así acabó este maravilloso día, todos juntos platicando, felices y contando anécdotas de nuestras otras navidades y de cuando ellos eran niños.

Fue el mejor regalo de la navidad, estar juntos y disfrutar de nuestro cariño.

Me encantó compartir contigo esta Navidad tan especial para mi.

Te mando un abrazo y mis mejores deseaos para ti y tu familia. Espero te animes y les des un gran regalo desde tu corazón a tu familia….

EL PAÍS DE LOS ALGODONES DE AZÚCAR

¡Hola! Estoy feliz de estar de nuevo contigo para gozar juntas esta nueva aventura dónde viajaremos a un lugar desconocido y nuevo…

¿Te acuerdas que cuando nos conocimos te conté que tengo una varita mágica? Y que con ella podía viajar a mundos lejanos… pues hoy te llevaré a uno de muchos colores.

Para viajar a ese mundo solo necesitarás 1 cosa… hacer tu varita mágica. ¡Es muy sencillo!

¿Cómo  se hace? Con un palo de madera de aproximadamente 30 cm, una estrella de fomi del color que más te guste, tres cintas delgadas de colores y silicón frio.

Te explico cómo hacerla:

Tomas el palo y con el silicón le pegas las tres cintas en una punta, después pegas en esa misma punta la estrella y listo… Pero para que sea mágica tienes que inventar tus palabras mágica. Las mías son estas…

¡YUPI KIPI BAM!

Cierra los ojos, repite tus palabras mágicas y siente desde el corazón que esta varita es tuya. Recuerda que tienes que creer en las estrellas y sentir desde tu corazón.

Ahora sí, vamos al mundo de colores donde todo es hermoso ¿Ya te imaginaste cuál es?

¡Vamos al país de los Algodones de azúcar!

Te cuento como es… ahí todo es esponjoso jajaja, las nubes son algodones de varios colores no son solo blancas, hay nubes rosas, amarillas y verdes. Los árboles tienen copas de colores y son de sabores, mi favorito es el rosa porque sabe a fresa.  El arco iris siempre está, ya que une el lago con el río, imagínate la belleza. El agua del río sube al arco iris, se vuelve de colores hermosos, atraviesa todo el cielo y cae en una cascada, de donde el agua regresa al lago. ¡Es fantástico!

Y la historia inicia cuando estaba en mi cuarto sentada en mi cama, acababa de despertar y pensé:

— ¡hoy será un gran día! Conoceré nuevos mundos.

Entonces fue a buscar mi varita mágica, cerré los ojos y desde mi corazón dije las palabras mágicas: ¡YUPI KIPI BAM!

Y aparecí en el país de los algodones…

Al principio me sentí feliz, porque me maravilló ver lo hermoso del lugar los colores, los árboles, el agua, el cielo, pero de pronto no veía a nadie… miraba a todos lados y no veía a alguna persona, entonces me puse nerviosa y empecé a decir:

—¡Hola! Soy Valentina pero me encanta que me digan Tini   ¿hay alguien aquí? — Y continúe caminando y observando todo lo que había.

Pero nadie respondió… solo escuchaba el ruido de la cascada, de los pájaros y grillos.

Entonces sentí miedo, porque estaba sola y tristeza, porque era un lugar hermoso y no tenía con quien jugar. Pero decidí empezar caminar para ver si encontraba algo o a alguien y seguir disfrutando todo lo que había en este fantástico lugar. Y aquí empezó lo mejor…

Cuando pasé junto al lago encontré un letrero que decía:

Valentina ¡mírate en el agua!

Y sorprendida pensé:

— ¿Ese mensaje es para mí? ¿Cómo sabe el lago mi nombre? — y observaba a mi alrededor y no había nadie.

Entonces hice lo que decía el letrero y me miré en el agua y ¿Saben que vi? A mí misma jajajaja, pero más bonita, sin miedo y mi cara brillaba.  Eso me dio tranquilidad y confianza. Entonces decidí seguir caminando y de pronto apareció una mariposa  y le dije:

—Hermosa mariposa guíame hacia donde debo de ir…

La mariposa comprendió lo que le dije, porque me empezó a guiar por el camino. Mientras caminaba contemplaba la hermosura de lugar y me volvía a preguntar… ¿será que nadie disfrute de este lugar? No lo puedo creer…

Y de pronto la mariposa se detuvo en la punta más alta de un árbol y cuando miré el tronco, me di cuenta que había algo escrito:

—Vale sube a lo más alto. ¡No lo puedo creer! —expresé

Por un lado sentí la emoción de que era otro mensaje para mí, pero por otro, cuando vi lo alto que estaba el árbol me desanimé. Estaba altísimo y la mariposa ya estaba en la punta.

Decidí pensar y observar detenidamente las posibilidades que tenía y con calma me di cuenta de que cuando tocaba el tronco se volvía un escalón y exclamé:

—¡Qué maravilla! Todo lo que hay en este mundo es de algodón por eso ¡si voy a poder subir! ¡Yupi!

Entonces sentí que yo podía y decidida comencé a subir y subir… la mariposa me veía emocionada de que lo estaba logrando. Por momentos volteaba a ver hacia abajo y me asustaba, pues el árbol era muy alto, pero me decía a mí misma:

—Vale si puedes, ánimo, confía en ti.

Y seguí subiendo y subiendo hasta que llegué a lo más alto y no te imaginas lo que me esperaba…

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Al estar arriba vi una imagen espectacular de todo el lugar, la mariposa no dejaba de revolotear de emoción, porque lo había logrado y me sentí feliz, porque jamás había estado en un lugar tan alto y menos viendo este mundo tan especial.

En eso escucho una voz:

—¡Hola Tini, Bienvenida! Ya escuche que te encanta que te digan así

De nuevo me siento asustada, sin saber de dónde venía esa voz, volteo por todos lados y no veo a nadie, hasta que de pronto aparece una personita chiquita de orejas y ojos grandes, con un sombrero de colores y una gran sonrisa. Del susto me voy para atrás, pierdo el equilibrio y empiezo a caer entre las ramas…. Y ramas… y ramas y cuando ya esperaba el trancazo ¡pum! Caigo, como si me hubiera caído en mi cama jajaja. Se me olvida que es el mundo de algodones de azúcar jajaja. En ese momento mi amiguito, ya estaba junto a mí. Ni tiempo me dio de responder el saludo.

—¿Tini estás bien? Jajajaja que susto me has dado —me dijo el duendecito

—Si gracias, estoy bien, pensé que me iba a doler el trancazo al caer, pero no fue así. Y solté una carcajada y si, me puedes decir Vale o Tini — la verdad seguía un poco asustada pero le pregunté

—¿Quién eres?

—Soy Moy “El señor de la emociones” es un placer que vengas a visitarnos.

—¡Hola Moy! Ya sabes mi nombre, que gusto conocerte, pensé que nadie vivía aquí — Le contesté y seguí diciendo — Te quiero preguntar algo ¿Cómo sabes mi nombre? —hasta en el lago hay un letrero que dice Valentina…

—Jajajajaja se ríe Moy y responde — Poco a poco te iré revelando la magia de este lugar, porque es un lugar fantástico  y de verdad que te va a fascinar cuando sepas todo lo que hay para ti.

Al escucharlo me sentí tranquila y muy feliz de estar ahí, pero te digo algo, me dio mucha curiosidad conocer todos los secretos de ese lugar y saber más de Moy “El señor de las emociones”.

—Vamos sígueme, todavía nos falta mucho por conocer. En el camino te iré contando muchas cosas — me dijo Moy

—¡Claro! Quiero conocer todo este lugar —le respondí y de un salto me levanté y empezamos a caminar. La vista era espectacular…

—Ahora vas a descubrir la fuente de las emociones y ahí te daré un regalo — continuó Moy

—¿De verdad? ¿Para mí? ¡Que emocionante! Este lugar sí que es mágico —Le respondí y seguimos caminando.

Pasamos por montañas donde el olor era impactante a menta y café. Y cuando pasábamos por las flores de colores el aroma era a uva, naranja y piña… Todo era suavecito, de algodón delicioso y muy dulce. Tocaba todo con mi mano y me sorprendía la textura, era muy suavecita.

Mientras caminábamos Moy me empezó a explicar:

—Tini yo siempre he estado a tu lado… porque soy Moy “El señor de la emociones” y tú siempre has sentido emociones, es parte de la vida, solo que a veces no las sabemos identificar ni sabemos cómo usarlas.

—¿En serio? ¿Siempre has estado conmigo? Pero es imposible. Nunca te he visto —le dije y él me siguió diciendo

—yo siempre estoy donde hay emociones, pero nadie me ve, solo los niños que vienen aquí. Y ¿sabes para que vienen? para que yo les dé el Tesoro de las Emociones. Y eso es lo que te voy a regalar.

—Pero todavía no entiendo algunas cosas Moy ¿Cómo sabias que iba a venir? Le pregunte

—Porque cuando cerraste tus ojos y le pediste a tu varita volar, tu corazón me avisó y cuando eso pasa, se prende la estrella verde de sabor limón, la que está junto al arco iris y así nosotros preparamos tu bienvenida y le avisamos a todos los duendes de tu llegada, cuando aparece tu nombre en el arco iris. La mariposa siempre es la encargada de llevar a nuestra invitada  al árbol, que es  del tamaño de su valentía y tú sí que eres Valiente, porque te subiste al más alto de ¡todo el lugar!, ya veo porque te llamas Valentina jajajaja — terminó diciendo

—¡wow! ¿Mi nombre salió en el arco iris? ¿De verdad soy muy valiente? — pregunté

—Si, Vale salió tu nombre en el arco iris y si eres muy valiente — me respondió Moy

Mientras platicábamos pasamos por una parte donde había que atravesar la cascada, pero había que subir un puente alto lleno de plantas, el puente era de madera con troncos no muy anchos ni muy juntos, de nuevo volví a sentir miedo, pero no dije nada porque Moy ya me había dicho que era muy valiente. Entonces decidí seguir caminando tranquila y controlando lo que sentía, aunque por dentro (te confieso) si tenía mucho miedo de caer. En eso Moy me empezar a explicar cosas que me sorprendieron, como si me hubiera leído la mente.

—Vale sé que sientes temor porque estamos cruzando la cascada, pero recuerda lo valiente que eres y que debes creer en ti, te contaré algunas cosas mientras cruzamos… y continuo diciendo

—¿Sabes, por qué cuando llegaste había un letrero que decía: mírate en el agua? Precisamente para que te reconozcas y veas lo capaz que eres…

Hubieras visto mi cara de susto y sorpresa a la vez… entonces le respondí

—¡Ya entendí todo lo que ha pasado Moy! el lago me mostró que si me reconozco y creo en mi “puedo solucionar lo que me pasa”. El letrero tenía mi nombre, porque el arco iris lo reveló, la mariposa y el árbol me llevaron a conocer mi valentía y ahora tú me enseñas a que, cuando tenga una dificultad, para resolverla, tengo que calmarme, observar y creer en mí y así encontraré la mejor forma de solucionarlo.

—¡Correcto! Gritó Moy, pero lo hizo tan fuerte, que hasta los pájaros se asustaron jajajaja.

—Y continué diciendo mientras seguíamos caminando —¡wow! Cuantas enseñanzas y que divertidas han sido. Ya me imagino lo que falta—

Mientras esta plática ocurría logramos cruzar los miles de metros de este puente, a los lados caían  grandísimas cantidades de agua, era un espectáculo mágico, aunque si impresionaba mucho.

Pasando el puente se veía un castillo muy chistoso era redondo, como gordito y alargado… ya sé cómo un algodón de fiesta, solo que el palo era otra escalera. Y al verlo pensé

—¡Más escalones!— y le pregunte a Moy

—¿Dónde está el tesoro de las emociones? ¿Tenemos que subir todas esas escaleras para encontrarlo? — La verdad se lo pregunté un poco molesta. Es que ya estaba agotada de caminar.

—¿Estas cansada Tini? Me preguntó Moy

—Sí y tengo mucha sed —le respondí

—¡Gracias por decirme! No te preocupes ahora mis amigos nos van a ayudar — me comentó

Y  enseguida dio un gran chiflido y salieron de todos lados miles de duendes como él y nos trajeron frutas, agua, música y flores para mí.

Entonces me sentí tranquila y maravillada de este mundo, donde podía decir cómo me sentía todo el tiempo  y todo se solucionada… pero en eso llega una duendecita hermosa con una falta de tutú de los colores del arco iris y me dice:

—Vale, te entrego el Tesoro de las emociones, estamos seguros que te será de gran utilidad y con él podrás lograr todos tus sueños, solucionar situaciones difíciles y recorren nuevos mundos.

—¡Muchas gracias! — Respondí muy alegre y emocionada, creo estaba colorada de la felicidad.

—Te explicaré como funciona —me dijo Moy y continuó

—Cada vez que sientas una emoción  que no te haga feliz como las que aquí ya has identificado (incertidumbre cuando llegaste, miedo para subir el árbol, tristeza porque no veías a nadie, molestia al estar cansada) y no sepas que hacer, vienes y tomas entre tus manos el tesoro de las emociones, lo agitas para que la brillantina suba a toda el agua y observas como va bajando mientras respiras tranquilamente para que tu corazón se vaya calmando. Este tesoro tiene el poder de calmar, pero tú tienes que observar la brillantina, respirar y toca tu corazón. Y verás la magia del tesoro.

El tesoro va a calmar tu tristeza,  molestia o enojo, sentirás tranquilidad para que puedas estar bien y con calma les puedas decir a tus papás, o a tus amigas o a tu maestra lo que te pasa y lo que sientes y así, ya más tranquila, seguro se va a resolver.

—¡wow! Qué maravilla, me siento muy feliz de haber venido, pero sobre todo que me estén dando este tesoro tan valioso y útil. Lo cuidaré mucho lo prometo.

En ese momento sentí tal alegría y felicidad que los abracé muy fuerte y les dije

—Gracias por todo de verdad ha sido uno de los mejores días de mi vida.

—Ya estas lista para regresar Tini y lo vas a hacer de una forma Mágica como todo lo que hay aquí —continuo Moy y en eso, empezó a bajar una nube de color rosa y me dijo

—Sube a la nube cuando llegues al arco iris cierra tus ojos y pon tu mano en el corazón y repites tus palabras mágicas y listo aparecerás en tu cuarto.

Entonces me subí a la nube rosa, de olor delicioso a algodón de azúcar sabor fresa, y les dije

—¡Muchas gracias Moy y a todos! Me llevo el Tesoro de las emociones, estoy segura que me va a servir mucho, fui muy feliz en este mundo de colores.

En eso empezó a subir la nube y todos los duendes me decían adiós y yo les mandaba besos y ellos igual. Entonces llegue al arco iris, cerré mis ojos, toque mi corazón y zas…

Cuando abrí los ojos, ya estaba en mi cama sentada, con el tesoro en mis manos, junto con mi varita mágica y un pedazo de algodón de azúcar.

¡wow! Fue una gran aventura llena de cosas maravillosas, nunca olvidaré estos momentos  con Moy.

Te comparto todo esto,  para que tú igual, tengas tu tesoro de emociones.

Puedes hacerlo con un frasco de plástico, Resistol transparente, brillantina y agua.  Y cuando te sientas triste, insegura, molesta o preocupada agitas tu frasco y lo observas, respirando y tocando tu corazón hasta que te sientas tranquila para resolver lo que te pasa con ayuda de tus papás.

Lo que aprendí en esta aventura es que lo  que sentimos, siempre es bueno, solo que a veces no sabemos qué hacer con eso, pero poco a poco aprenderemos a manejarlo.

Gracias por compartir esta aventura conmigo y conocer el Mundo de los algodones de azúcar. Me encanta que podamos descubrir nuevos mundo…

EL HUERTO DE LA PRINCESA VALENTINA

¡Hola de nuevo! No vas a creer lo que te voy a contar. Ese mañana ha sido de los momentos más divertidos pero a la vez inesperados que he vivido últimamente.  Estoy emocionada de encontrarme de nuevo contigo y que conozcas esta nueva aventura; será para mí, como volverla a vivir contigo y eso me hace feliz.

En esta historia vamos a hacer algo diferente y necesitarás algunas cosas, pero más adelante te lo cuento… ¡¡será grandioso!!

Una mañana salí a caminar con Chato por los jardines, el lago y el huerto, es una actividad que nos encanta compartir. Te cuento como son todos estos lugares, para que te los imagines y vayas creando todo lo que sucedió.

El pasto es muy grande y siempre está verde, porque Don Fermín se encarga de regar y abonarlo, en muchos lados tenemos flores de diferentes colores como rosas, margaritas y las favoritas de mi mamá los tulipanes. En frente está el lago lleno de pececitos y plantas encima del agua. ¿Sabías que estas plantas ayudan a que el agua esté limpia, a dar sombra y es alimento para los peces?

¡Es una vista increíble!

De lado derecho está el huerto, donde sembramos hortalizas y plantas para comer, hay albahaca, cilantro, lechuga, tomate, cebolla, fresas y ajo. Entrar ahí es hermoso, pues ves la magia de la vida. Hay muchísimas plantas ordenadas en filas y con letreros que señalan qué tipo de planta es.  Te cuento un secreto, a Don Fermín siempre lo descubro platicando con ellas jajajaja dice que por eso están tan ricas, por que crecen con amor.

Ahora sí, ya conoces todos los lugares donde ocurrió mi nueva aventura, así que hay te va.

Esa mañana caminando con Chato y platicando con él, apareció una ardilla con una hermosa cola, rápidamente Chato la empezó a perseguir y a correr y correr. Al ver eso yo también corrí detrás y comencé a gritar…

— ¡Chato no la vayas a morder, está hermosa!

Chato ni caso me hacía, solo corría por todos lados, recorrió el pasto, paso entre las flores, los árboles y luego se empezó a dirigir al lago… se acercaba más y más y pensé:

—Si sigue corriendo cerca del lago se va a caer.

Chato estaba fascinado jugando con la ardilla sin darse cuenta de lo que podía pasar…

Hasta que la ardilla se acerca al lago, brinca, pisa las flores del lago, para escapar de Chato y consigue llegar a la otra orilla, en cambio Chato cuando se acerca al lago a toda velocidad, no le da tiempo de frenar y que se cae al lago.

¿y yo? Pues igual corrí para agarrar a Chato y evitar que se caiga, pero me ganó el impulso y también me fui al agua.

Ya en el agua, quise ayudar a  Chato y  salir rápidamente, pero Don Fermín ya estaba en la orilla dándome su mano para salir y Chato regresó nadando.

Obviamente la ardilla estaba como si nada en el otro lado de la orilla y nosotros empapados y asustados, pero soltamos algunas carcajadas

—Chato mira lo que ocasionaste   —le dije toda empapada y asustada.

Chato se sacudía para secarse y yo me exprimía el vestido. En eso solo veo que Chato de nuevo arranca a correr y se va a buscar a la ardilla.

— ¿Chato a dónde vas? Le grité y me volteé a ver hacia donde corría y mi sorpresa fue ver de nuevo que iba detrás de la ardilla, pero ahora en dirección al huerto…

Entonces arrancamos a correr Don Fermín y yo, pues sabíamos lo que podía pasar…

La ardilla juguetona entró al huerto pasando por todos los caminos entre las plantas y Chato sin darse cuenta de nada, empezó a pisar las plantas del huerto y nosotros detrás gritando…

—Chato ¡cuidado con las plantas! Las vas a aplastar —le seguí diciendo.

Don Fermín igual le decía —Chato deja a la ardilla, estás pisando las plantas— y los dos seguíamos detrás de él.

Hasta que al fin lo atrapó Don Fermín, pero ya era demasiado tarde… muchas plantas del huerto, ya se habían aplastado. Entonces se hizo un gran silencio. Nos vimos cara a cara, yo asustada, llena de preocupación y cuando mis lágrimas iban a salir…

—Tini, no te preocupes —dijo Don Fermín y me miró con ternura —No fue tu culpa, yo te voy a ayudar a solucionarlo, para eso somos amigos.

Entonces mi corazón se calmó y lo miré agradecida y más tranquila.

— ¿Cómo lo vamos a resolver? Tenemos que dejarlo hermoso como estaba —exclamé

En ese momento hasta Chato ya se había calmado, seguía en brazos de Don Fermín y me miraba apenado.

—Primero ve a cambiarte, ponte una ropa seca, que se pueda ensuciar y regresas. Aquí te espero, mientras preparo todo lo necesario para arreglar el huerto —Y siguió diciendo —eso sí, deja a Chato en la casa —y soltó de nuevo una carcajada.

—Eso haré Don Fermín —y reí con él.

Me fui corriendo a cambiarme de ropa y a dejar a Chato en el balcón de mi cuarto, para que viera desde ahí, lo que íbamos a hacer. Me puse una playera, unos shorts, un sombrero y bajé de nuevo.

Ahora sí, toma nota de lo que sigue, porque es lo que tu puedes hacer en tu casa.

Regresé al huerto y ahí estaba Don Fermín, ya con lo necesario.

—Ya lista Don Fermín para trabajar con usted —le dije con una gran sonrisa

—Hoy vas a aprender a hacer un huerto —me respondió y siguió diciendo

— De ahora en adelante será tuyo —y me guiñó el ojo y continuó — Te diré lo que necesitas:

—Guantes, tierra, semillas, una maceta de manera (o puede ser directo en la tierra), un rociador de agua, una pala y un rastrillo.

—Ahora te explico cómo hacerlo y lo haremos juntos —continuó don Fermín

Te quiero decir que estaba muy emocionada, porque además de arreglar el huerto de mi mamá, iba a aprender a hacer uno y ahora voy a ser la encargada de esa parte. ¡Fue muy emocionante!

—Tini ponte los guantes y observa —siguió diciendo

Entonces me señaló donde íbamos a empezar, era donde estaban las pisadas de Chato y la ardilla.

—Primero vamos a quitar las plantas que se aplastaron y a acomodar la tierra para dejarla lista —Me explicó y siguió diciendo —cuando se usa una caja de madera para sembrar, es importante que veas que abajo tenga huecos para que el agua del riego se vaya por ahí

—Sí, porque si no, la tierra se pudre ¿verdad? —le respondí.

—Así es Tini —y siguió diciendo —ya que está suave y lista la tierra, le hacemos unos agujeros para poner la semilla y luego taparla con la tierra. Serás testigo de ver como inicia la vida de las platas. ¡Es realmente emocionante!

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— Y después que más hacemos —le pregunté

—Las semillas ya están puestas en su cuna, que es la tierra, ahora toma el rociador y échales agua, no mucha, solo para que empiecen a recibir humedad y ya estén listas para empezar a crecer —dijo Don Fermín

— ¿Y de que son las semillas que plantamos? —le pregunté

—Son de cebolla —me respondió don Fermín

— ¿De cebolla? Dije y continué — Pero si es negra la semilla y la cebolla es blanca—

—jajajaja así es, ya verás en 15 días como van a crecer —respondió Don Fermín

En eso escuche la voz de mi mamá que se acercaba. Nos volteamos a ver y le dije a Don Fermín —ya nos descubrió

—Vale ¿Dónde estás?  —decía mi mamá

—Aquí mamá en el huerto con Don Fermín —y me acordé de todo lo que había sucedido y por qué estaba ahí y solo pude quedar colorada al verla entrar.

—Qué alegría que estés ayudando a Don Fermín con el huerto, es una actividad muy especial y que bueno que la estás aprendiendo a hacer, Don Fermín es un experto en sembrar —dijo mi mamá y siguió —te veo colorada ¿Qué te pasa Tini? —me preguntó

Mi mamá siempre sabe lo que me pasa jajajaja, así que inició la explicación de la aventura de hoy… mientras le contaba a mi mamá, ella solo me observaba con ojos grandes y de pronto soltaba una carcajada. Hasta que llegó la parte del huerto y se quedó seria, entonces pensé:

—Mamá, espero no te molestes, porfis —y seguí la historia

—Entró la ardilla y Chato y pisaron tus plantas hasta que Don Fermín atrapó a Chato y vimos lo que le había pasado a tu huerto… y nosotros solo queríamos evitar que se destruyera. Al terminar de contarle la historia,  la abracé y le dije —perdón mamá no quería que esto sucediera y mis lágrimas enseguida salieron.

Mi mamá que es muy paciente y amorosa, me siguió abrazando, limpió las lágrimas de mi cara y dijo:

—Vale tienes que cuidarte para que no te vayas a lastimar y hay que cuidar las cosas, no puedo creer que todo eso haya pasado, que bueno que Don Fermín siempre estuvo aquí para ayudarte, pero lo más importante ¿Sabes qué es? Primero que no te pasó nada en el lago, que fuiste sincera y me estás contando todo lo que ocurrió y que has aprendido a solucionar los problemas. Hoy, ya sabes que tienes que pasear con Chato, pero o lo abrazas o le pones su correa, porque es muy travieso. Ya aprendiste a sembrar y a cuidar el huerto. Y afrontar los problemas y siempre decir la verdad, ya que todo se puede solucionar.  Así que no te pongas triste, es un día especial, como muchos tuyos, porque te divertiste, te asustaste, te mojaste, solucionaste lo que sucedió con Don Fermín y aprendiste una gran lección —entonces me abrasó, aún más fuerte —y continuó

—Gracias Don Fermín por ayudar y cuidar a Vale, pero sobre todo por enseñarla a cuidar todo lo que tenemos —Ella será una gran compañera para que este huerto siempre esté hermoso.

—Es un placer Señora es una niña maravillosa —respondió Don Fermín

—Vale que te ayude Don Fermín a buscar fresas para que hagamos un pay en la tarde y celebremos la cosecha de fresas —dijo mi mamá

—Con todo gusto señora —respondió Don Fermín y me dijo —Vale agarra la canasta y sígueme

— ¡Siempre lista, Don Fermín! será un placer ser su ayudante — y caminamos riendo a carcajadas…

Esta fue una gran aventura llena de momentos diferentes,  con muchas enseñanzas y super divertida, espero que  la hayas  disfrutado  tanto como yo y te aseguro que así será tu día cuando hagas tu huerto.

Y una cosa más te quiero compartir… es importante siempre decir la verdad, aunque nos de miedo o creamos que nuestros papás se van a molestar, ¿sabes por qué? porque así aprendemos que todo tiene una solución.

¡No lo olvides!! Nos vemos muy pronto.

A JUGAR CON RIK Y TITO

¡Hola! Estoy emocionada por lo que te voy a contar, es una historia muy divertida en la que tú igual puedes participar. En esta ocasión necesitarás  dos peluches favoritos, unas tacitas y unos platitos. ¡Y listo, qué comience la diversión!

Todo inició…. una tarde de verano, hermosa por sus colores, aroma y calidez.

Era viernes, ya no había clases y estaba en mi cuarto sin nada que hacer, cuando de repente escuché el canto de los pájaros

—¡me encantaría jugar con los pajaritos! —exclamé.

Y pensativa pero inquieta, me puse a observar todo mi cuarto de un lado a otro, tratando de descubrir como podría pasar una mañana increíble

, hasta que vi lo que necesitaba

—¡Hola conejo Rik! Vamos a jugar —le dije y corrí hacia él

—Tu y yo haremos algo muy divertido.

Y Rik se me quedó mirando con cara de picardía, sí que conoce mis ocurrencias —pensé.

Lo tomé entre mis brazos y lo llevé a la mesita que está en mi cuarto, lo puse en su silla y en ese momento mágico, Rik me dijo:

—¿Tini sabes quién quiere jugar con nosotros?

—mmm —pensé —¡Sí, ya sé quién! Tito, el oso juguetón —le respondí y me levanté de la silla para ir por él.

Lo puse junto a Rik y lo saludé con un apretón

—¡Hola Tito! —le dije

—¡Hola Tini! ¿Qué vamos a jugar? —me preguntó con una gran sonrisa.

Empecé a caminar alrededor de la mesa y no les decía … solo para dejarlos en suspenso.  Hasta que ya no pude más y les dije:

—Vamos a jugar que estamos en una hermosa cafetería, donde tomaremos té y comeremos unas ricas galletas —los miré con una gran sonrisa y continúe diciendo —pero hay una condición para jugar —y ellos se quedaron sorprendidos.

Tendrías que ver sus caras jajajaja

—Yo los atenderé, ya que ustedes son mis invitados de honor —les dije y sonreí

—Pero ¿Cuál es la condición para jugar? — me preguntó Rik

—Ahora les explico —respondí —Primero voy por el té y las galletas, cuando regrese les cuento de que se trata. 

En mi mesita había unas tazas con sus platitos y la tetera. Como te imaginarás mi mamá no me deja jugar con agua caliente, así que me las tenía que ingeniar para preparar el té.

Entonces bajé a la cocina con la tetera y fui directo con Doña Lucy. Cuando entré, ella estaba empezando a hacer el pan para la cena

—¡Hola Doña Lucy!  que rico huele, ya quiero comer ese pan —le dije y continué

—Quiero pedirle un favor, ¿me puede poner un poco de té en la tetera y en un platito unas galletas de chispas de chocolate (se acordarán que son mis favoritas) — y sonreí con una mirada picaresca

—Y ahora Tini ¿Qué vas a hacer? — me dijo, intrigada

—Voy a tener una tarde de té con Rik y Tito, ya sabe que son bien comelones —y solté una carcajada y seguí diciendo —Están emocionados porque son mis invitados de honor

— jajajaja, que linda eres Vale, —me respondió y siguió diciendo —solo ten cuidado de no ensuciar tu cuarto y sé amable con tus invitados —después me giño el ojo.

Entonces, Doña Lucy se puso a preparar la tetera con el té de manzana y canela que es mi favorito y le puso un hielo para que no esté caliente.  Al darme la tetera me puso una cara sonriente y terminó diciendo:

—Yo quisiera ser algún día tu invitada de honor Tini —y continuó amasando la harina para el pan

—cuente con eso Doña Lucy —le respondí.

Y subí las escaleras hacia mi cuarto con mucho cuidado, porque en una mano tenía la tetera y en otra el plato con galletas.  Entré a mi cuarto y vi a mis invitados con cara de emoción y les dije:

—Ahora sí, ya todo listo, les voy a servir un poco de té y aquí les pongo las galletas.

En eso me dice Tito

—Tini ahora si nos vas a decir ¿Cuál es la condición para disfrutar esta merienda? —y me miró intrigado

—Claro Tito—le dije y continué —ahora si les diré que haremos. Mientras disfrutamos del te y las galletas cada uno va a compartir un sueño, algo que desea con todo el corazón, algo que de verdad quieres que suceda, y si lo decimos los tres, significará que queda sellada nuestra amistad por siempre —entonces ellos se quedaron con los ojos cuadrados

—¿Un sueño? Preguntó Rik y siguió —¡Que divertido! Yo si sueño en las noches,  pero generalmente al despertar se me olvida, jajaja, pero ya entendí a que sueños te refieres.

—jajaja no Rik no de esos sueños, respondí y continuó Rik

—Pero quiero preguntarte algo más, que significa para ti, ¿Qué yo te cuente mi sueño? —y se me quedó mirando fijamente, esperando la respuesta.

Me quedé muy pensativa y le respondí:

—Para mi significa que nuestra amistad es sincera, importante y que puedo contarles mis cosas —sonreí y seguí diciendo—¡vamos! ¿Quién empieza?

Se voltearon a ver y Tito dijo:  

—yo empiezo… mi sueño es ir al bosque y encontrar una enorme colmena, acercarme y pedirles a las abejas que me regalen un poco de miel, beberla sentado, mientras contemplo los hermosos árboles de color verde llenos de piñas. Después me levantaría y me pondría a correr por ahí y dar volantines jajajaja

—¿Volantines? —pregunté asombrada y seguí diciendo —vas a vomitar la miel y solté una carcajada

—Jajajaja nos reímos todos y Tito continuó — ¡No! jajaja esperaría un rato para que no vaya a vomitar la miel jajaja

—Y Rik continúo —qué padre sueño Tito, ahora les contaré el mío…  es un poco parecido. Mi sueño es ir a un bosque también, donde esté muy verde el pasto, lleno de flores de ricos aromas y que tu Vale estés conmigo, para que veas mis saltos y volteretas. Escuché que ya tienen nombre esos saltos se llaman Binkys jajajaja —y terminó diciendo — después nos sentaríamos en el pasto a que me rasques la pansa Vale —y continuaron las carcajadas

—Rik, si te imagino dando esos saltos de loquito, jajajaja —dijo Tito

—¡Que increíble sueño Rik! — dije y continué —ahora me toca, mi sueño es aprender a montar caballo, para que pueda pasear sola, sin ayuda de Don Fermín, salir al bosque y trotar con él, y así sentir el aire que rosa mi cara y el sol reflejado en el pasto. iClaro! acompañada de mis papás Y después del paseo hacer un picnic frente al lago.

En eso se hace un silencio … nadie toma el té ni muerde su galleta. Nos miramos, aguardamos, hasta que los tres decimos al mismo tiempo…

—¡Los haremos juntos! —y volvieron las carcajadas.  Y continué diciendo —se dieron cuenta que los tres soñamos con el mismo lugar y tenemos el mismo sentimiento de felicidad ¡por eso somos mejores amigos! Nos gustan las mismas cosas, pero, sobre todo, lo podremos hacer ¡juntos! —llena de emoción los abracé y seguí diciendo —haremos un pacto de amistad. Cuando yo ya sepa montar caballo, les propongo a mis papás el paseo en el bosque y los llevo a ustedes. Mientras mis papás platican a la hora del picnic, buscamos la colmena para Tito, después vamos a un lugar, donde el pasto esté hermoso, para que corramos y Tito haga sus volantines y Rik sus volteretas.  Luego nos tumbamos en el pasto, vemos el atardecer y en ese momento les rasco la panza jajajaja, lo prometo—terminé diciendo.

¿Te cuento algo muy especial? para mí el momento mágico fue, cuando vi las caras de Rik y Tito imaginándose esos momentos y viendo que su sueño se puede hacer realidad. Por que es verdad, los sueños si se cumple. Nunca olvidaré sus caritas de emoción, alegría y gratitud por prometerles que lo íbamos a cumplir.

Te sigo contando…

—Entonces, les dije —juntemos nuestras manos en señal de promesa y así sellamos nuestra amistad.

               IMPRIME Y COLOREA

En eso escuchamos que alguien se acerca, era mi mamá que entra al cuarto y me dice:

—¡Hola Vale! Estoy escuchando tus carcajadas y vine a ver con quién estabas, creo que estás muy divertida

—Si mami, ha sido una tarde maravillosa con Rik y Tito —le respondí

—¡Que alegría me da hija! —respondió mi mamá y continúo —te espero abajo para cenar Princesa

—Si mami, ahora bajo, solo me despido de ellos —le respondí.

Ella me guiñó el ojo, me mando un beso volado y cerró la puerta.

En ese momento llena de alegría, (por la tarde de té tan especial que había tenido) les dije a mis amigos

—Gracias por compartir sus sueños conmigo, yo sé, que los vamos a lograr y los viviremos, los quiero mucho, pero, ahora me tengo que ir a cenar y ustedes a dormir.

—iTe quiero Tini! —exclamó Tito sonrió

—iYo igual Tini, porque eres una niña muy especial! —dijo Rik, con una mirada muy especial.

Entonces nos abrazamos, les di un beso y los deje a cada uno en su lugar favorito. Recogí todo lo de mi mesita y antes de salir de mi cuarto, les mandé un beso volado y les dije:

— iAmigos por y para siempre!

Ahora te toca a ti, piensa en tu sueño, deséalo tanto, tanto con todo tu corazón  y algún día se te cumplirá. Compártelo con tus mejores amigos, ya que ellos son un gran regalo para toda la vida. 

CON OLOR A CHISPAS DE CHOCOLATE

¡Hola! De nuevo, te prometí muchas aventuras y hoy te voy a contar una, que igual puede ser tuya… para eso necesitarás lápiz y donde escribir, pues hay algo especial para ti.

Todo comenzó un sábado por la mañana, al despertar me estiré, bostecé y me sentí feliz de poder disfrutar un nuevo día, me puse las pantuflas y caminé directo a la ventana para abrir las cortinas y disfrutar la vista tan hermosa del jardín.

Mientras observaba por el balcón, vi a Don Fermín regando las flores. Y de pronto algo llamó mi atención del otro lado del cuarto.

Sentí un aroma delicioso —¡mmm, que rico huele!! —exclamé.

Entonces, mi carita se transformó, se abrieron mis ojos, se elevó mi nariz y sentí en el corazón una gran alegría, porque he reconocido de que se trata…. Seguro tu igual ya te lo estás imaginando.

Salí de mi cuarto a toda velocidad, cuando empecé a bajar por la escalera (sin pensar si quiera en agarrarme para no caer) Chato me atrapa, metiéndose entre mis piernas, moviendo la cola, estaba feliz de verme.

Él también estaba disfrutando de ese aroma que venía de la cocina. Entonces me detuve:

—¡buen día Chato! —le dije y continué acariciándolo —te veo feliz, estás eléctrico jajajaja, creo que ya sé por qué, tu igual ya sentiste el delicioso aroma que sale de la cocina ¿verdad?

Chato saltaba y movía emocionado la cola. Lo abracé y seguí bajando las escaleras, guiada por ese aroma único, que me hacía sonreír. En eso, camino a la cocina escucho voces, son mis papás, que ya habían bajado y estaban listos para desayunar.

—¡Hola papá! ¡Hola mamá! ¡buenos días! —saludé.

Y a cada uno le di un gran abrazo y un rico beso.  Ellos me contestaron:

—¡Hola Vale! —Dijo primero mi papá;

—¡Buenos días mi princesa! —saludó mi mamá —¿A dónde vas, con tanta prisa que ni la pijama te has quitado? —continuó.

—¡mamita! ¿no sientes un olor maravilloso que sale de la cocina? — le respondí.

Y mi mamá puso cara de sorpresa, y me dijo — ¡Vale ya nos cachaste! —continuó— Te queríamos dar una sorpresa.

Entonces se empezaron carcajear, pues saben que soy muy lista (como tú) y que no se me pasa nada.

—si mamá, ya se que hay en la cocina y ¡voy para ahí! —le contesté y seguí corriendo.

Entré a la cocina atrapada por aquel olor y Doña Lucy estaba de espaldas, haciendo los huevitos para el desayuno.

Se voltea y me dice —¡Princesa! ¿bajaste a desayunar y no te quitaste la pijama? —y continúo mirándome —¿Qué te trajo a la cocina tan a prisa? —su mirada pícara me sigue.

— Me trajo ese olor que me hipnotiza —le respondí.

Pero yo, seguí buscando el origen de aquel olor y no lo encontraba, observé la estufa y no había nada, en la barra, solo había pan.

Entonces pensé —¡tengo que seguir el olor, que me trajo aquí!

Cerré mis ojos y lo empecé a perseguir. Te imaginarás la cara de Doña Lucy viéndome. Estaba muerta de risa, pues sabía dónde estaba, lo que yo quería encontrar y decidió no decirme nada y que siguiera mi olfato.

Entonces empecé a dar pasitos pequeños y con cuidado, ayudándome de mis manos y sintiendo el aroma hasta que poco a poco fue más fuerte… y más fuerte y más….  Y de pronto, ya en la alacena (que estaba abierta), sentí ese olor maravilloso. Abrí mis ojitos y encontré una canasta color café con mi sorpresa. Eran las galletas de Chispas de Chocolate. Como me encanta comerlas y regalarlas, Doña Lucy siempre hace una charola y la segunda la hace conmigo.

La tomé, la abracé y exclamé de alegría —¡Doña Lucy hoy es el gran día! ¡haremos deliciosas galletas de chispas de chocolate!

Ella me miró con ojos de dulzura y me dijo —¡Si Tini, era la sorpresa que tu mamá te iba a dar, pero veo que ya nos descubriste! —continuó— ¡Hoy haremos galletas de Chispas de chocolate! ¡sube a cambiarte y trae tu mandil! Debes desayunar primero y luego las hacemos; así que apúrate.

Te imaginarás lo feliz que estaba, amo las chispas de chocolate y más hacer galletas con toda mi familia, esta es una tradición que viene de mis abuelos. Las galletas las hacemos todos.

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Subí corriendo de nuevo, iba Chato junto a mí, entré a al cuarto, me puse un vestido hermoso y tomé mi mandil, porque no quiero mancharlo, me hice una cola como pude y de nuevo corrí de prisa al comedor, para desayunar con mis papás.

Cuando entré vi sus caras de alegría, pues escucharon que descubrí la sorpresa de las Chispas de Chocolate.

En seguida me dijo mi mamá —¡Tini hoy es el día! Así que, desayunamos un rico huevito, leche y pan; para luego, empezar la preparación de las galletas.

Y mi papá que nos observaba comentó —¡Me encanta verte tan feliz!

—¡Gracias por esta hermosa sorpresa! —respondí —¡A desayunar!.

La mesa estaba servida, ya tenía el huevito, pan, y mi lechita. Todos nos dispusimos a comer y platicábamos sobre quién haría la mejor galleta. Pero, debajo de la mesa, Chato no dejaba de correr y juguetear, entre nuestras piernas, creo que ya quería cocinar, jijiji.

Terminamos el desayuno y mi mamá nos dice —¡Ahora sí, vamos a lavarnos los dientes, las manos y nos ponemos los mandiles! ¡nos vemos en la cocina, Doña Lucy nos espera!

Entonces cada quién hizo lo que mamá dijo y nos fuimos a la cocina. Ahí ya estaba todo puesto, nos volteamos a ver y todos emocionados nos empezamos a carcajear.

Ahora sí, aquí es donde debes empezar a escribir, te diré los ingredientes:

1 huevo.

125 g de mantequilla.

1 taza de azúcar mascabado.

1½ tazas de harina leudante (se prepara usando 1¼ de cucharadita de polvo para hornear y 1 pizca de sal por cada taza de harina regular).

1 pizca de sal.

1 taza de chispas de chocolate

—Les recordaré la receta —dijo mi mamá.

—Qué bueno amor, para que no se nos olvide nada, como la última vez. —respondió mi papá con una carcajada.

—Empecemos —dijo mi mamá.

  • Primero pre calentar el horno a 180°C.
  • Batir el huevo y el azúcar juntos, hasta lograr una consistencia espumosa y espesa, derretir la mantequilla y ponerla en la mezcla del huevo.
  • Agregó la harina, sal y chispas de chocolate y mezclar muy bien todos los ingredientes.

Una vez listo esto, cada quién hizo una parte, Doña Lucy colocó papel encerado en las charolas para empezar a poner la mezcla.

Te diré que mi papá que es un travieso, me tiró harina en mi nariz, nos reímos mucho.

Luego mi mamá dijo —Cada quién va a tener su charola —y continuó— les recuerdo el reto de las galletas —siguió diciendo—las que queden más redondas ganan.

Estaba emocionada porque era mi parte favorita, amasar con mis manos y acomodar la mezcla en las charolas.

Entonces pensé —¿cómo lo haré? —seguí pensando—quiero lograr que me queden redonditas. —¡Ya sé! —exclame en voz alta.

—¿Ya sabes qué? —dijo mi mamá.

Y riéndome le respondí —es un secreto—y seguí riéndome.

Entonces empecé a hacer bolitas con mis manos, cuidando que queden muy redonditas y chicas para que cuando se extiendan no choquen entre ellas. Y mientras cada quien iba haciendo sus bolitas, Chato se comía lo que cayera en el piso.

Mi papá no es muy delicado, así que sus bolitas no se veían tan redonditas; mi mamá si las hacía hermosas; Doña Lucy era la mejor; las mías igual estaban quedando bonitas. Pasaba el tiempo y el horno, ya se estaba calentando, nosotros mientras, platicábamos, nos reíamos y mi mamá contaba lo que pasaba cuando era niña y mis abuelos la ayudaban a hacerlas.

Listo, las tres charolas ya estaban completas, Doña Lucy me ayudó, así que seguro ganábamos —jajajaja —me reí

Último paso se meten las charolas al horno 10 minutos. Y luego a esperar que se enfríen.

Mientras eso sucedía lavamos entre todos lo que se usó, limpiamos la cocina y contamos los segundos para sacar las charolas. Cuando sonó el reloj mi cara lo decía todo. Mi papá por ser el más fuerte saco las charolas y entonces hubo un gran silencio. El olor que tanto amaba tenía una mezcla armoniosa de todos los ingredientes. Chato no dejaba de mover la cola. Las miradas se cruzaron.

—Mamá, mamá ¿Quién ganó? —pregunté muy emocionada.

—y con gran sonrisa me respondió —tu Princesa.

Y con esta alegría todos salimos a la terraza a tomar el té, con nuestras deliciosas galletas y disfrutando el olor, el sabor, pero más la compañía.

Ya tienes la receta, invita a tus papás y hermanos a hacerla y a pasar un momento super divertido, amarás el olor a chispas de chocolate.

LA PRINCESA VALENTINA Y EL ARRECIFE MÁGICO

iHola! Hoy te quiero presentar una de las aventuras mágica, te acuerdas que te comenté de mis historias… ahora te cuento la primera…

LA PRINCESA VALENTINA Y EL ARRECIFE MÁGICO

ESCRITORA: MARÍA ALFONSINA GUTIÉRREZ SAURI

ALUMNA DEL COLEGIO MÉRIDA, GANADORA DEL CONCURSO DE CUENTO DE LA PRINCESA VALENTINA.

ERASE UNA VEZ …

 En el Reino del Mini Spa una princesita curiosa, hermosa y sobre todo muy coqueta, que estaba a punto de irse a un largo viaje con su familia y su mascota “Luca”, su perro, de color ladrillo con manchas blancas.Ella se iba a ir a un lugar escondido llamado “La Bahía feliz”, decía la leyenda que ahí habían sirenas. Valentina estaba super emocionada, ella empacó ropa, traje de baño y todo lo necesario para irse.

 Su papá un barbón y barrigón, consiguió un castillo flotante, era de color azul con dibujos de peces, corales sirenas y estrellas de mar.

 Pero lo que más le interesaba a Valentina eran las sirenas, por su misterio y su belleza. Entonces sacó su corona mágica que la podía convertir en lo que ella quisiera y dijo: ¿En qué me convertiré? ¡YA SÉ! En un pez, no en un pulpo, no en…en… ¡UNA SIRENA! Entonces se convirtió en sirena, estaba hermosa, su aleta estaba tricolor y su bikini era de color rosa, poco después encontró muy en el fondo del mar un arrecife hermoso lleno de criaturas marinas como peces, cangrejos, pulpos, entre otros; pero lo más increíble es que estaba lleno de sirenas y de magia, ¡Y todo lo que se pudo imaginar!. Estaba extasiada por ver algo tan increíble y mítico.

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No lo podía creer y dijo: ¡Es fantástico, que hermoso lugar!, entonces ella encontró una sirena muy bonita de aleta amarilla y pelo morado; y le preguntó: Hola, ¿cómo te llamas? Y ella le respondió: Hola me llamo Merilia, quienes a los minutos se hicieron buenas amigas y por tal razón Valentina se sintió más en confianza y le contó su secreto más preciado. Le dijo: ¿Guardarías mi secreto? Y Merilia dijo: si lo que sea, Valentina dijo: ok, en realidad no soy sirena, soy una humana, a lo que Merilia le respondió: ¿En serio? ¿Cómo te convertiste en sirena? Y Valentina le dijo: con una corona mágica que tiene el poder de convertirme en lo que más desee a lo que Merilia dijo: no importa, igual seremos amigas.

 Después de esa importante confesión se fueron juntas a recorrer el hermoso arrecife, después de un rato Valentina tenía que regresar al castillo con su familia y se despidió de Merilia con un fuerte abrazo diciéndole que fue muy grato conocer su mundo y pasar un rato con ella. Entonces Merilia dijo: ¡Espera! Y le dio un brazalete de caracoles brillantes y hermosos y le dijo: esto es para que no me olvides y Valentina le respondió: ¡Muchas gracias, es precioso!.

 Valentina regresó al castillo flotante y su papá estaba muy preocupado, le dio un gran abrazo y le dijo que todo estaba bien. Su papá se tranquilizó y le preguntó que si necesitaba algo y ella le contestó que nada pero que muchas gracias.

 Entonces Valentina DESPERTÓ y pensó: ash todo fue un simple sueño, pero luego se acordó del brazalete que le dio Merilia y lo traía puesto, entonces dijo: ¡No fue un sueño, fue real!  Y pensó ¡WOW! Eso fue impactante, me encantó y ahora tendré un recuerdo de este lugar por siempre y para siempre.

 Un día después Valentina se convirtió en sirena y saltó al agua y buscó a Merilia pero no la encontró, mientras la buscaba pedía ayuda pero nadie la había visto. Valentina siguió buscando hasta que la encontró en una cueva y preguntó ¿Qué haces aquí? Y ella le contestó que estaba espiando al monstruo rompe amistades y si lo encontrabas perdías a tu mejor amigo, entonces se escondieron del monstruo, pero las encontró. Ellas empezaron a pelear y rompieron su amistad, todo gracias al monstruo.  Valentina estaba muy molesta, pero se dio cuenta que el monstruo estaba junto a ellas y por eso pelearon, entonces Valentina se volvió con Merilia y la ayudó a entrar en razón y volvieron a ser las mejores amigas.

 Poco después Valentina regresó al castillo y terminó su fantástica aventura bajo el agua.

Moraleja: Cuando la amistad es verdadera no la rompe nada, ni nadie.

 Valor: la amistad.

*Este hermoso cuento fue el ganador del 1er. Concurso de cuento que organizamos con motivo del día del niño.

 

SOY LA PRINCESA VALENTINA

iHola! soy Valentina, pero de cariño me dicen Tini y tengo 6 años,  vivo en un palacio rodeado de árboles, jardín, flores y un hermoso lago. Estoy feliz de conocerte y me encantaría que sepas muchas cosas de mi, estoy segura que viviremos divertidas aventuras juntas. Empezaré contándote como es el lugar donde vivo, seguro te lo puedes imaginar.  Tiene una terraza para tomar el té, un salón muy lindo, en el cual reciben mis papás a sus amigos, la cocina es grande y ahí la reina es Doña Lucy, porque todo lo que cocina es delicioso, en especial prepara las mejores galletas de chispas de chocolate. A la derecha está el comedor que tiene una mesa larga y muchas sillas,  donde comemos todos los días, pero eso si, ahí no puedo jugar ni correr, porque hay muchos adornos y jarrones que se pueden romper… imagínate como tengo que caminar, despacio y  con mucho cuidado. Después está  una gran escalera que te lleva a los cuartos y encima de ella,  cuelga una lámpara de cristales que se ve hermosa cuando se prende en las noches, es un  regalo de mis abuelos. Mi cuarto me encanta, la cama está deliciosa, tengo una alfombra suavecita donde juego con Chato, una mesita con sillas para pintar, hacer pulseras, jugar al té y todo lo que yo quiera, las paredes y los muebles están decorados y hay muchas cosas de color rosa (es que es mi favorito), enfrente de mi cama está la vista maravillosa, pues tiene un balcón que da al jardín y al lago. Ya te mostraré como es mi cuarto más adelante.

Pero  mi lugar favorito para correr y jugar es el jardín, tiene árboles grandes y flores hermosas. Me encanta ayudar a cuidar las plantas, les  ponemos abono a las flores y  todos los días en las tardes regamos las masetas. Ahí mismo hay un pequeño lago que tiene pececitos, que les damos migajas de pan para que coman.  ¡Tendrías que verlos!  son de colores y hay de muchos tamaños,  siempre platico con ellos y les encanta verme, son mis amigos. Y a un lado está el lugar preferido de mi mamá, es el huerto donde hay muchas vegetales y frutas.  Ahí no entro porque es un lugar donde no se puede jugar jajaja… pero Don Fermín se encarga de tenerlo hermoso, a veces me llama y me muestra como están creciendo las fresas y los tomates. Sé que algún día me enseñará a cultivar.

Ahora te contaré de mi familia…

Está formada por mi papá, mi mamá, Doña Lucy y Don Fermín, te contarte de primero todo lo que Don Fermín hace en nuestro castillo. Es un señor un poco mayor (le veo canas en el pelo jajaja) pero muy amable y trabajador,  nos ayuda con el jardín, el lago, limpia las ventanas y cuida el caballo de mi mamá, tendrías que verlo,  está hermoso, es de color miel, mi papá se lo regaló. También tenemos patos, pájaros y a Chato mi amado perro. 

¿Te imaginas a mis papás? Te cuento un poco más;  seguro son como los tuyos,  trabajan mucho los dos, mi mamá tiene como diversión pintar cuadros y pasear a caballo, a  mi papá le encanta jugar dominó con sus amigos y hacer pic nics con nosotros en el bosque . Los dos juegan muchas veces conmigo. En el dominó siempre me gana mi papá, pero algún día yo le ganaré, te lo aseguro. Mi mamá me enseña a costurar, a pintar cuadros, algunas tardes salimos a montar caballo y algo que disfruto hacer con ella, es maquillarnos, como si estuviéramos en un salón de belleza y fuéramos a una gran fiesta.

Pero seré sincera contigo, ya que seguro te pasa igual, mis papás  a veces me regañan por hacer algunas travesuras, por no recoger  mis juguetes, porque no me acabo mi comida o tardo mucho en hacer mi tarea; pero eso si, los quiero muchísimo y amo pasar tiempo con ellos. 

Pero hay una cosa más… ha llegado el momento de contarte un secreto, me encanta meterme al cuarto de ellos en las noches, acostarme en la cama, sin que ellos me vean, esconderme entre sus sábanas y hacerme a la dormida… cuando me descubren me hacen cosquillas, nos damos besos y me lleva mi papá cargada a mi cuarto. A veces él me cuenta cuentos o historias de cuando era niño y así me quedo dormida.

También tengo un lindo perro que es super juguetón y se llama Chato, le encanta subirse a mis piernas, jugar en el jardín y en mi cuarto igual, siempre va conmigo a todos lados, y ¿sabes que más tengo?  unos pajaritos que todos los días les doy de comer y les chiflo para que canten conmigo.

Seguro después de todo esto, ya descubriste que soy una niña inquieta, alegre y muy juguetona, pero tu debes ser igual…

Te sigo contando de mi, me encanta invitar a  mis amigas y jugar con los peluches (todos tienen nombres), correr en el jardín y escondernos, otra cosa que nos fascina y nos divierte mucho es jugar al spa en mi cuarto y también cuando imaginamos que somos verdaderas chefs en la cocina acompañadas siempre de la amorosa Doña Lucy.

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Pero hay  una cosa más que es muy divertida… siempre inventamos historias donde nosotros somos las protagonistas; en nuestras aventuras hemos sido sirenas, hadas, mariposas, princesas de grandes castillos; hemos volado sobre pájaros recorriendo los bosques más increíbles que hay, otra vez nadamos sobre una ballena por todo el océano y en otra historia paseamos en un globo aerostático por toda Italia…. Pero tenemos una gran aventura que jamás se nos va a olvidar  y es cuando fuimos astronautas, viajamos en un cohete y llegamos a la luna enorme y hermosa, y al salir del cohete la sorpresa fue ver que estaban las estrellas muy cerca de nosotras  y en la luna nosotras podíamos flotar,  ¿te lo puedes imaginar? estuvo genial ese día.

¡¡Lo bueno es que podemos imaginar todo lo que queramos!!

Te cuento más… hay otras cosas que igual me encantan y en especial estas tres: los vestidos, las coronas y mi varita mágica.

Te explico porque: mis vestidos son casi todos rosas, lilas y blancos, con faldas amplias y risadas. Me encantan porque cuando estoy en el jardín, veo el cielo, los pajaritos y el atardecer, entonces doy vueltas y vueltas y vueltas y mi vestido gira y gira y se ve hermoso… me siento libre y feliz. ¡Me encanta ver la naturaleza! Inténtalo y verás que divertido es.

La corona me hace creer en mi, sentir que soy valiosa, bonita y que puedo lograr lo que quiera, aunque no sea de verdad (es que es de plástico jijiji) para mí, representa que yo puedo… además mi papá me la regaló.

Y mi varita mágica es la preferida… es la hace posibles todos mis sueños y se lleva todos mis miedos…  ¿te digo como funciona?   Cuando quiero lograr algo como resolver un misterio en el jardín, resolver un problema con mis amigas, encontrar algo perdido… cierro mis ojitos, agito mi varita y luego digo estas palabras que yo invente … yupi kipi bam … y con mi corazón, deseo fuertemente lo que quiero y listo… a buscar, a resolver el misterio, a no tener pena de platicar con mis amigas, a buscar lo perdido o si tengo miedo este se va, porque sé que las estrellas me iluminan y me guían aunque yo no las vea… ¿no está increíble?

Te puedo enseñar a hacer una … pero solo hay una condición para que funciones y es que tienes que creer en el poder de las estrellas, aunque sea de día y no las veas o de noche y esté nublado… y  muy importante tienes que inventar tus palabras mágicas y pedir siempre desde tu corazón.

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Estoy feliz de contarte un poco de mi y de mi historia, poco a poco de contaré más…

Ya me voy a dormir, estoy cansada, hoy jugué muchísimo; pero quiero que sepas una cosa más, todas las noches antes de dormir te contaré nuevas cosas y aventuras para que siempre me recuerdes y sepas que no hay nada imposible, solo tienes que creer…